L D (Agencias) En Cataluña, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han registrado seis laboratorios de fabricación de estas sustancias, de los que dos funcionaban como legales, aunque desviaban gran parte de su producción al mercado ilegal.
Según Europa Press, tras la elaboración de estas sustancias en viales, ampollas inyectables y comprimidos, eran enviadas a locales encubiertos en los que se empaquetaban, etiquetaban y envasaban. Estos locales eran garajes, sótanos, casas de campo y segundas viviendas que se empleaban de forma exclusiva para este fin sin despertar mayores sospechas. Después eran enviados a centros de distribución y venta en gimnasios, una franquicia de productos dietéticos, clínicas deportivas y, en ocasiones, directamente a los deportistas a través de Internet. Todos los productos carecían de control sanitario y su destino final debería haber sido los animales.
Según los responsables de la investigación, las falsificaciones eran de una calidad "muy alta" y resultaba muy complicado diferenciarlas de las genuinas, que se expenden en centros autorizados. En la operación ha colaborado la Agencia Española del Medicamento y diferentes consejerías de Salud de las comunidades autónomas implicadas. Todo ello bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.