LD (EFE) "Estoy bastante seguro de que no alcanzaremos un acuerdo sobre las perspectivas financieras durante la cumbre", ha dicho el primer ministro luxemburgués durante una comparecencia ante la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo.
Durante las últimas semanas todos los líderes europeos, incluido el propio Juncker, han reiterado la importancia del acuerdo para dar una señal positiva de que la Unión Europea es capaz de seguir avanzando, a pesar de la crisis generada por el rechazo francés y holandés a la Constitución. El propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha pedido a los Veinticinco que "hagan sacrificios" y acepten un acuerdo aunque "no sea perfecto".
Durante las últimas semanas todos los líderes europeos, incluido el propio Juncker, han reiterado la importancia del acuerdo para dar una señal positiva de que la Unión Europea es capaz de seguir avanzando, a pesar de la crisis generada por el rechazo francés y holandés a la Constitución. El propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha pedido a los Veinticinco que "hagan sacrificios" y acepten un acuerdo aunque "no sea perfecto".
Un "pequeño paso" en dirección a España
Juncker ha explicado que hay acuerdo "más o menos" sobre los recursos totales y las diferencias se centran en el reparto de los pagos, la estructura del gasto y los contribuyentes netos. A la espera de revelar la propuesta definitiva, Juncker adelantó a los periodistas que la Presidencia de turno luxemburguesa está dispuesta a dar otro "pequeño paso en dirección de España", que reclama una solución a la caída brusca de ayudas comunitarias a partir de 2007.
Juncker ha anunciado que la propuesta financiera que presentará este jueves a los líderes europeos "se diferenciará muy poco" de la avanzada el pasado día 2 y no aumentarán los recursos, al establecer en 1,056 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) el techo de los compromisos y en 1 por ciento el de pagos. Aunque reconoció que esta propuesta "no gusta al Parlamento", cuyo voto es indispensable para aprobar el marco presupuestario, Juncker considera que el compromiso "parece que empieza a ser aceptable para todo el mundo, aunque algunos (países) aún se resisten".
Juncker ha anunciado que la propuesta financiera que presentará este jueves a los líderes europeos "se diferenciará muy poco" de la avanzada el pasado día 2 y no aumentarán los recursos, al establecer en 1,056 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) el techo de los compromisos y en 1 por ciento el de pagos. Aunque reconoció que esta propuesta "no gusta al Parlamento", cuyo voto es indispensable para aprobar el marco presupuestario, Juncker considera que el compromiso "parece que empieza a ser aceptable para todo el mundo, aunque algunos (países) aún se resisten".
Reducciones en la PAC y el "cheque británico"
Por otra parte, Juncker ha anunciado que habrá "reducciones que operar" en la política agrícola común (PAC), aunque ha reconocido que se trata "de un tema muy difícil porque algunos países (en referencia a Francia) están férreamente aferrados al acuerdo de 2002", en el que se congelaron los pagos directos hasta 2013. Juncker también ha confirmado que el Reino Unido está completamente aislado (frente a los restantes veinticuatro) en su obstinación por no revisar el llamado "cheque británico", la devolución neta, de unos 5.000 millones de euros, que recibe anualmente de las arcas comunitarias.
Además, la presidencia propone que Alemania, Holanda y Suecia puedan, para mejorar su situación neta, reducir a la mitad su transferencia a la UE de ingresos por el IVA, que pasaría del 0,30 por ciento al 0,15 por ciento. En cualquier caso, Juncker se quejó de "los lloriqueos" de los contribuyentes netos, y consideró que es mejor ser contribuyente que receptor, pues la diferencia la marca el nivel de vida. En este sentido, destacó que "los irlandeses están orgullosos" de convertirse al final del periodo en contribuyentes netos, pues su nivel de desarrollo ha crecido gracias a las políticas adecuadas y los fondos europeos.
Además, la presidencia propone que Alemania, Holanda y Suecia puedan, para mejorar su situación neta, reducir a la mitad su transferencia a la UE de ingresos por el IVA, que pasaría del 0,30 por ciento al 0,15 por ciento. En cualquier caso, Juncker se quejó de "los lloriqueos" de los contribuyentes netos, y consideró que es mejor ser contribuyente que receptor, pues la diferencia la marca el nivel de vida. En este sentido, destacó que "los irlandeses están orgullosos" de convertirse al final del periodo en contribuyentes netos, pues su nivel de desarrollo ha crecido gracias a las políticas adecuadas y los fondos europeos.