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Scola hunde al Madrid sobre la bocina y deja al Tau a un triunfo de proclamarse campeón de la ACB (82-83)

Emocionante e igualadísimo partido el que el Real Madrid y el Tau Cerámica han disputado en Vistalegre en el tercer capítulo de la final de la Liga ACB. Luis Scola -21 puntos- ha vuelto por sus fueros y, a tres segundos para que sonara la bocina, anotaba la canasta decisiva que ha dado el triunfo al equipo de Dusko Ivanovic, que se sitúa ahora a un paso de proclamarse campeón. El cuarto encuento tendrá lugar este viernes, a partir de las 20,00 horas, en el mismo escenario de Vistalegre.

Emocionante e igualadísimo partido el que el Real Madrid y el Tau Cerámica han disputado en Vistalegre en el tercer capítulo de la final de la Liga ACB. Luis Scola -21 puntos- ha vuelto por sus fueros y, a tres segundos para que sonara la bocina, anotaba la canasta decisiva que ha dado el triunfo al equipo de Dusko Ivanovic, que se sitúa ahora a un paso de proclamarse campeón. El cuarto encuento tendrá lugar este viernes, a partir de las 20,00 horas, en el mismo escenario de Vistalegre.

L D (EFE) El tercer partido de la final ha sido históricamente decisivo. En 20 de las 21 finales anteriores el equipo que se ha llevado el segundo punto de la eliminatoria ha terminado campeón. El Tau y el Madrid, sobre todo los blancos por aquello jugar ante su público, lo buscaron con todos sus arsenales al máximo y sin tregua. Scola lo inscribió en el casillero alavés en el último suspiro y por un punto.

Dura papeleta para el trío arbitral, expuesto a las consecuencias del terremoto en la Comisión de Arbitraje de la ACB y enfrentado a un choque terriblemente difícil de dirigir. Hicieron su trabajo con gran corrección y estuvieron a la altura de dos finalistas enzarzados en una guerra sin cuartel de principio a fin. El factor cancha gana y pierde importancia en función del equipo al que favorece. Está claro que influye de una u otra forma, tanto que la salida del Madrid desvistió al Tau en sólo tres minutos (11-2) y le dio un rol que hasta ahora no había desempeñado porque pasó de desenvolverse al compás marcador por los vascos, como en el Buesa Arena, a llevar la iniciativa, aunque no pudo retenerla.

El Tau, sin embargo, reivindicó inmediatamente su sitio en la cancha. Iluminado por las habilidades del húngaro Kornel David, autor de nueve puntos en seis minutos, logró recortar la escapada local y cerrar el parcial del primer cuarto con la máxima igualdad en el electrónico (22-22). Y eso sin que Arvidas Macijauskas aportase un solo punto. La reaparición de Scola con los galones de Jugador Más Valioso de la Liga ayudó a compensar las dificultades del báltico, perseguido hasta el vestuario por la defensa blanca. El Madrid, pese a mostrar mayor fluidez ofensiva que en Vitoria y frenar a Macijauskas, volvía a tener un enorme trabajo para buscar el rival aro en algunas fases y su segundo estirón (39-32, m.15) también desapareció en las garras de los jugadores baskonistas (43-43, m.20).

El equipo de Ivanovic había pasado lo peor. Había aguantado bien las escapadas locales, mantenía la intensidad defensiva habitual y plantaba cara. Así que el Madrid iba a jugarse mucho en el tercer cuarto. El estadounidense Louis Bullock le dio el empuje y los puntos para hacerlo, pero se topó con Scola. El norteamericano y el hispano-argentino mantuvieron un duelo directo que duró varias posesiones. De no haber sido por el pívot, el Tau habría sufrido un serio varapalo bajo las canastas del estadounidense. Scola lo impidió y guió al cuadro visitante a un prometedor 60-62 en el tercer cuarto.

Los vascos tuvieron al Madrid a tiro en ese instante. Anotaron el 60-65 y rozaron una ruptura que hubiera colocado a los blancos en una situación de altísimo riesgo. Tres tiros libres de Alberto Herreros, producto de la cuarta falta de Scola, sacaron al cuadro madrileño de la estacada y despejaron el camino para que, mediado el último cuarto, el francés Moustapha Sonko le devolviese la delantera en el marcador (70-67). Macijauskas respondió al momento al activar la muñeca desde los 6,25 y colocar al Tau en el cielo cuando ya quedaba menos de medio cuarto vivo en el cronómetro (70-73). El lituano y el báltico estaban decidiendo la suerte del vital tercer choque mientras Bullock sostenía a los suyos prácticamente en solitario, pero con suficiente influencia para conservar intactas todas las opciones de victoria.

Entre otras cosas, porque los puntos ya caían con cuentagotas. Anotar requería valentía, fuerza y suma destreza. La que Bullock desplegó para transformar el 79-76 a falta de 1:03 minutos y entregar la victoria al Madrid. Los árbitros señalaron pasos a Scola en la siguiente posesión vasca e Ivanovic protestó con vehemencia pero no consiguió nada. A la vuelta del tiempo muerto obligado, Sergi Vidal robó un balón, convirtió una bandeja y sacó la falta a Sonko que le daba el tiro libre para empatar (79-79 a 43 segundos del final). El galo disfrutó de una ocasión de oro para dejar mortalmente tocados a los azules. Falló un tiro libre (80-79) y eso dio alas a Calderón, que elevó a 19 de 19 su estadística desde la línea en finales ajustados esta temporada (80-81).

Faltaba el turno de Bullock. Falló y apareció Sonko para rebañar un balón de oro (82-81). Quedaban once segundos. El Tau llegó a la zona madridista cinco después y forzó un saque de fondo. Scola recibió, acertó y ahí explotó el Tau, que abandonó la pista a la carrera con un triunfo de incalculable valor en el bolsillo.

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