L D (EFE) Federer se sitúa asú un solo paso de convertirse en el tercer jugador en la historia que gana tres veces Wimbledon de forma consecutiva desde 1936. Para emular al sueco Bjorn Borg, cinco veces ganador, y el estadounidense Pete Sampras (7), Federer tendrá que esperar todavía, pues no tiene aún rival. Y es que la segunda semifinal entre Roddick, finalista el pasado año, y el sueco Thomas Johansson, duodécimo cabeza de serie y campeón del Abierto de Australia en 2002, quedaba suspendida por la lluvia después de 32 minutos de juego, con el de Nebraska dominando por 6-5 y saque del nórdico.
Antes, Federer había desplegado su mejor arsenal de golpes para destrozar a Hewitt, campeón en 2000, en dos horas y siete minutos. Para vencer al aussie , el suizo apenas pudo subir a la red para deleitar a sus seguidores con sus espectaculares voleas. Se mantuvo sólido con su servicio y magistral en la línea de fondo. Sólo dejó escapar un punto de ruptura pero no permitió que Lleyton le robase su servicio una sola vez. Para el de Adelaida, el intento de batir a Federer fue un continuo suplicio. Y una vez más salió batido de la pista Central de Wimbledon con estrépito, encajando 10 saques directos y 46 golpes ganadores. Sin en el duelo de cuartos de final del 2004 logró ganar un set al suizo, ahora ha fracasado en sus intentos.
Y eso que Hewitt intentó el máximo en el tercer set, luchando en cada bola, y mostrando su mejor juego de pies para hacer frente a la magia de Federer. Pero el esfuerzo del australiano no se vio recompensado. Y al final Federer encajó la octava derrota consecutiva desde la última vez que logró imponerse al suizo, en la final de la Copa Davis de 2003, cuando levantó dos sets a cero para imponerse en cinco (5-7, 2-6, 7-6, 7-5 y 6-1). Desde aquel partido en Melbourne Park, Federer no ha bajado un ápice sus desarrollos cada vez que se enfrenta con Hewitt, y sus duelos se han convertido en auténticas batallas psicológicas, saldadas siempre con victoria del suizo.
Antes, Federer había desplegado su mejor arsenal de golpes para destrozar a Hewitt, campeón en 2000, en dos horas y siete minutos. Para vencer al aussie , el suizo apenas pudo subir a la red para deleitar a sus seguidores con sus espectaculares voleas. Se mantuvo sólido con su servicio y magistral en la línea de fondo. Sólo dejó escapar un punto de ruptura pero no permitió que Lleyton le robase su servicio una sola vez. Para el de Adelaida, el intento de batir a Federer fue un continuo suplicio. Y una vez más salió batido de la pista Central de Wimbledon con estrépito, encajando 10 saques directos y 46 golpes ganadores. Sin en el duelo de cuartos de final del 2004 logró ganar un set al suizo, ahora ha fracasado en sus intentos.
Y eso que Hewitt intentó el máximo en el tercer set, luchando en cada bola, y mostrando su mejor juego de pies para hacer frente a la magia de Federer. Pero el esfuerzo del australiano no se vio recompensado. Y al final Federer encajó la octava derrota consecutiva desde la última vez que logró imponerse al suizo, en la final de la Copa Davis de 2003, cuando levantó dos sets a cero para imponerse en cinco (5-7, 2-6, 7-6, 7-5 y 6-1). Desde aquel partido en Melbourne Park, Federer no ha bajado un ápice sus desarrollos cada vez que se enfrenta con Hewitt, y sus duelos se han convertido en auténticas batallas psicológicas, saldadas siempre con victoria del suizo.