L D (Europa Press) La viuda del peatón que murió atropellado por un BMW conducido por Juan Manuel Fernández Montoya "Farruquito" el 30 de septiembre de 2003 en Sevilla, María Angeles Madero, dijo a los medios de comunicación a las puertas de los juzgados hispalenses que no ha observado arrepentimiento en el bailaor y que en el juicio que se sigue en su contra por tres presuntos delitos se están diciendo "muchas mentiras". El abogado del artista, Benito Saldaña, renunció este mediodía a la declaración como testigo de esta mujer a pesar de que había solicitado su asistencia en la primera sesión del lunes, cuando se plantearon las cuestiones previas. La juez accedió entonces pero este miércoles, tras la declaración del padre de Olalla ante el tribunal, se ha renunciado a ella por "intereses de la defensa", según dijo el propio Saldaña a Europa Press.
Para Madero, ha supuesto una "sorpresa" tanto el hecho de que fuera llamada a testificar como que ahora se renunciara a su testimonio. "Hubiera dicho la verdad, ni más ni menos", sentenció, añadiendo que "se han contado muchas mentiras por la parte contraria" y todo el juicio se podría haber evitado si el artista "no lo hubiera dejado tirado en la carretera". Preguntada por gran cantidad de medios respecto a con qué imagen se queda de estos días de juicio, indicó que "tengo en mi cabeza otra imagen, la de mi marido", porque es "muy duro" llevar sin él un año y nueve meses "y el resto de mi vida", afirmó entre sollozos. Farruquito "es un artista que interpreta bien su papel", indicando que no ha observado arrepentimiento en él y que pide "una sentencia que sea como tiene que ser, y que yo pueda salir a la calle tranquilamente" a partir de entonces.
Quien sí declaró en la segunda tanda de testigos fue el padre de la víctima mortal. José Olalla explicó que ni su mujer ni él están "a gusto ni tranquilos" desde la muerte de su hijo, con quien han mantenido "una relación muy buena toda la vida" aunque, salvo en una ocasión tras contraer matrimonio, no había ido a su casa ninguna vez "en once años", tiempo durante el cual no han tenido relación.
Durante esta mañana también declararon la representante artística de Farruquito desde hace tres años, Eva Rico, quien detalló que el bailaor puede llevarse entre 600 y 2.000 euros por actuación ya que los beneficios los tienen que repartir entre toda la compañía, compuesta aproximadamente por una veintena de personas, señalando que este año les está yendo "un poco peor" con más de 40 contratos cancelados tras haber trascendido los hechos enjuiciados.
También testificó el profesor de la autoescuela donde el bailaor se sacó a finales de 2004 el carné de conducir. Bernardo Moreno, también testigo de la defensa, dijo ante la juez que Farruquito tomó cuatro o cinco clases prácticas con un Fiat Stilo. Era "un fuera de serie", porque "lo normal es dar nueve o diez clases", afirmando que, por su experiencia personal y profesional, sabe que los gitanos enseñan a sus hijos a conducir desde una edad muy temprana y que "pierde dinero" cuando personas de esta etnia se apuntan con él.