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Wall Street cierra con ganacias pese a la caída inicial de casi cien puntos

Las bolsas de Wall Street lograron sobreponerse al nerviosismo provocado por los atentados perpetrados hoy en Londres, y cerraron con ganancias, animadas por la confianza de que estos ataques no perjudicarán la recuperación mundial. También ayudaron los bajos precios alcanzados por algunas empresas, que las colocó a niveles de ganga, y el fuerte descenso de los precios del crudo, que acabó infundiendo algo de optimismo en el mercado. Los mercados europeos tras la fuerte caísa inicial, al conocerse la noticia de los atentados, moderaron sus pérdidas.

Las bolsas de Wall Street lograron sobreponerse al nerviosismo provocado por los atentados perpetrados hoy en Londres, y cerraron con ganancias, animadas por la confianza de que estos ataques no perjudicarán la recuperación mundial. También ayudaron los bajos precios alcanzados por algunas empresas, que las colocó a niveles de ganga, y el fuerte descenso de los precios del crudo, que acabó infundiendo algo de optimismo en el mercado. Los mercados europeos tras la fuerte caísa inicial, al conocerse la noticia de los atentados, moderaron sus pérdidas.
L D (Agencias) De esta manera, en una sorprendente demostración de recuperación, el Dow Jones de Industriales cerró la jornada con un ascenso de 31,61 puntos, un 0,31 por ciento, hasta las 10.302,29 unidades, cuando al principio de la sesión llegó a caer casi 100 puntos.
 
Tras la caída inicial análisis más detallados de la situación hicieron ver a los operadores que las repercusiones de los atentados de Londres en la economía, si bien se producirán, no serán tan crudos ni persistentes.  Ello permitió a Wall Street moderar sus pérdidas, de manera que al mediodía, el Dow Jones de Industriales, el indicador más importante de Wall Street, se dejaba 17,19 puntos, un 0,17 por ciento, hasta los 10.253,49 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq, por su lado, registraba un descenso de 1,88 puntos, un 0,09 por ciento, hasta las 2.066,77 unidades.

En cuando al resto de indicadores, el selectivo S&P 500 se dejaba 2,82 puntos, un 0,24 por ciento, hasta las 1.192,12 unidades, mientras que el tradicional NYSE descendía 32,02 puntos, un 0,44 por ciento, hasta las 7.219,85 unidades. Otros mercados también se vieron afectados por los atentados de Londres, como el de deuda, que suele convertirse en refugio de los inversores en momentos de inquietud, como el actual, lo que ha provocado un aumento del precio y el consiguiente descenso de la rentabilidad.

En concreto, las obligaciones a diez años –que se toman como referencia de este mercado– registraban un descenso en la rentabilidad de 0,45 puntos hasta el 4,030 por ciento. Otro mercado refugio fue el del oro, lo que hizo que los contratos de futuros para entrega en agosto se revalorizaran 2,10 dólares, hasta los 225,60 dólares la onza. También el mercado del petróleo se vio afectado, dado que una posible ralentización económica supone un menor consumo de combustibles, y por tanto, una caída de los precios.

Los contratos del Petróleo Intermedio de Texas se cotizaba a esta hora a 59,35 dólares, con un descenso de 1,93 dólares con respecto a la sesión de ayer. De esta manera, el crudo se aleja de los máximos históricos alcanzados en las últimas horas, y que estuvieron impulsados por el temor a que las tormentas tropicales que se están generando en el Golfo de México pueda dañar la actividad de las refinerías.

También en Londres se produjo un retroceso del precio del barril de crudo tipo Brent, que descendía en torno a 1,54 dólares. El miedo al terrorismo internacional pudo más que otro factor de influencia conocido hoy, como fue el descenso en las reservas de combustible de EEUU, que fue mayor de lo esperado, lo que debería haber provocado un aumento de los precios. Según el departamento de energía, las reservas de crudo descendieron 3,6 millones de barriles hasta los 324,9 millones de barriles, en la semana que finalizó el 1 de julio, cuando los analistas habían previsto un descenso de 1,1 millones de barriles.

En cuanto a las empresas, las más afectadas han sido las acciones de las aerolíneas, las cadenas de hoteles y las aseguradoras. Destacan especialmente los títulos de British Airways, que bajaban al mediodía, en la bolsa de Nueva York, un 3,49 por ciento; Delta Airlines, con un 4,02 por ciento; Continental Airlines con un 2,00 por ciento; y American Airlines un 2,29 por ciento. Las acciones de Marriott International perdían un 0,48 por ciento, las de Choice Hotels un 0,86 por ciento, y las de Starwood Hotels un 0,83 por ciento.
 
Los mecados europeos se recuperan
 
Los mercados bursátiles europeos han conseguido recuperarse del tremendo impacto sufrido al conocer los atentados de Londres y han terminado sus respectivas sesiones con caídas inferiores al dos por ciento, menos de la mitad de lo que perdían inmediatamente después de conocer la noticia.
 
La bolsa española era una de las más pesimistas al cierre y su principal indicador, el Ibex-35, cedía un 1,91 por ciento, en tanto que el mercado londinense mantenía el tipo, pese a la cercanía de los atentados, y sólo se dejaba un 1,36 por ciento.

París bajaba 1,39 por ciento; Milán, un 1,60 por ciento, y Fráncfort, un 1,85 por ciento, unos porcentajes muy superiores al que registraba el Dow Jones, que se dejaba al cierre de los mercados europeos un moderado 0,60 por ciento. A pesar de que el númeero de muertos ha superado la treintena, según los primeros cálculos policiales, los mercados han valorado la firmeza con la que se pronunciaron inmediatamente los líderes mundiales, reunidos en la cumbre del G8 en Escocia, así como la tibia reacción de la bolsa neoyorquina.

No obstante, estos atentados terroristas volvieron a traer a la mente de los inversores el miedo y la incertidumbre bursátil que provocaron las masacres de Nueva York y Madrid, y ninguna de las grandes compañías europeas pudieron librarse de los números rojos en sus cotizaciones. Las 50 compañías incluidas en el índice DJ Stoxx –que agrupa a las mayores del continente– presentaron recortes, que fueron especialmente intensos para el sector asegurador. Axa, Allianz, Generali, Swiss Re y Aviva presentaban recortes superiores al dos por ciento y acompañaban, como valores más bajistas, a compañías como la petrolera Royal Dutch, Telecom Italia, Unilever y las entidades financieras Barclays, Santander y Deutsche Bank.

No obstante, la mayor caída, entre las grandes compañías de Europa, fue para Diageo, que cerró con recortes del 4,00 por ciento. La noticia de los atentados, conocida poco antes de las 11,00 horas, provocó un profundo socavón en los mercados de toda Europa, que llegaron a cotizar con rebajas en el entorno del cuatro por ciento, algo que no se recordaba desde hace tres años. El Ibex-35 y las bolsas de París y Milán fueron las que reaccionaron más severamente, hasta situarse con caídas del 4,50 por ciento, en tanto que Londres perdía cerca del cuatro por ciento y la bolsa de Fráncfort bajaba un 3,7 por ciento. La sombra de una nueva masacre –similar en la forma a la ocurrida en Madrid en 2004– planeaba sobre estos atentados y los mercados no consiguieron tranquilizarse hasta que el primer ministro Tony Blair confirmaba los ataques y las primeras informaciones policiales minimizaban la cifra de personas muertas.

A medida que se conocían más datos y a la espera de la reacción bajista del mercado de Nueva York –que comenzó con recortes menos intensos de lo esperado, sin alcanzar el 1,00 por ciento– los inversores comenzaron a serenarse y a tomar nuevas posiciones, lo que permitió reducir significativamente las caídas de los primeros minutos.

Pero no sólo los mercados bursátiles acusaron el impacto de los atentados, también el petróleo y el oro vieron como sus cotizaciones se movían violentamente, aunque en sentido opuesto. El petróleo, ante la posibilidad de que los atentados provocaran una menor demanda, bajaba fuertemente su precio –en algunos momentos llegó a perder casi tres dólares por barril–, aunque poco a poco moderó su caída.

Al cierre de los mercados europeos, el crudo "brent" cedía casi un dólar en el mercado de futuros y se situaba por debajo de los 59 dólares el barril. El oro, por el contrario, hacía valer su condición de activo refugio en momentos de crisis y su cotización subía casi un uno por ciento, hasta los 427,85 dólares por onza. En cuanto a las divisas, el euro bajó ligeramente frente al dólar, hasta las 1,193 unidades.

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