LD (EFE) Al quinto día, la delegación española, gracias al equipo de natación sincronizada y su tercer puesto en la combinada, sumó su primera medalla, un bronce en una disciplina en la que las nadadoras de Anna Tarrés aspiran a sumar otras tres más.
Las españolas, que fueron plata en esta misma disciplina hace dos años en Barcelona, han visto recompensado el buen ejercicio libre que realizaron en la final, una vistosa coreografía basada en música del grupo "Queen".
Las piruetas, los saltos y las acrobacias de las españolas, en uno de los ejercicios con más riesgo de todas las contendientes, les permitió arañar alguna décima con respecto al ejercicio preliminar, pero la ventaja alcanzada por el joven equipo japonés resultó insalvable. El problema radicó en que no estuvieron muy finas en el ejercicio preliminar de la mañana, por lo que como se arrastra parte de la puntuación en el ejercicio libre, las de Tarrés no pudieron remontar tal y como hicieron en la prueba libre por equipos.
La entrenadora española reitera que las japonesas no están al mismo nivel artístico que sus nadadoras y que los jueces compensan este déficit con una puntuación demasiado alta en el ejercicio técnico, algo que ocurrió en esta jornada, aunque se mostró satisfecha con lo conseguido. Sin embargo, las nadadoras de la sincro española saben que habrá un antes y un después de este deporte a partir de Montreal. En 2003 consiguieron tres medallas: "solo", "dúo" y combinadas y en este campeonato, se sumará, seguramente una cuarta, la más esperada, una por equipos, en una disciplina en la que España nunca ha conseguido subir al podio.