L D (EFE) "Este campeonato no está pintando bien porque no estamos haciendo las cosas bien. Estamos tirando este campeonato. Hemos perdido la línea", señalaba el piloto en el circuito de Donington Park, donde el domingo se disputará al novena carrera de MotoGP.
Gibernau, que salió en la decimotercera posición en Laguna Seca, ha advertido a su equipo que es "incomprensible" que sus mecánicos trabajen en un mismo fin de semana "bien y muy mal". "Lo que ocurrió en Estados Unidos, no puede volver a pasar. Hicimos un viernes y un sábado horribles. El sábado por la tarde entré en el box muy enfadado, conseguimos detectar el problema y en la carrera acabé quinto, tras la cual el equipo me aplaudió y eso no es correcto. ¡El que crea que está aquí para acabar quinto, no puede estar en mi equipo!", asevera el piloto catalán, irreconocible por la contundencia de sus declaraciones.
"Nosotros no estamos aquí para salvar los Grandes Premios. Estamos para ganar. Agradezco el gesto de buena fe para animarme, pero tenemos que tener orgullo de equipo. Sólo hubiese justificado el aplauso si hubiese corrido con 40 grados de fiebre o si después de romper la moto, me la hubiesen puesto en la pista al día siguiente después de trabajar toda la noche", añade un indignado Sete Gibernau.
El piloto oficial de Movistar Honda, cuarto en el mundial y a casi un centenar de puntos del líder, el italiano Valentino Rossi, se marca un objetivo: "Voy a salir de esta situación porque me horroriza. Todos tenemos que empezar a recuperar una actitud ganadora", emplaza a su equipo. "Eso de ser segundo, no ha entrado nunca en mis planes. Ni siquiera cuando era sexto u octavo hace años: sólo pensaba en ganar. No he sido nunca un conformista", sentencia.
Gibernau, que salió en la decimotercera posición en Laguna Seca, ha advertido a su equipo que es "incomprensible" que sus mecánicos trabajen en un mismo fin de semana "bien y muy mal". "Lo que ocurrió en Estados Unidos, no puede volver a pasar. Hicimos un viernes y un sábado horribles. El sábado por la tarde entré en el box muy enfadado, conseguimos detectar el problema y en la carrera acabé quinto, tras la cual el equipo me aplaudió y eso no es correcto. ¡El que crea que está aquí para acabar quinto, no puede estar en mi equipo!", asevera el piloto catalán, irreconocible por la contundencia de sus declaraciones.
"Nosotros no estamos aquí para salvar los Grandes Premios. Estamos para ganar. Agradezco el gesto de buena fe para animarme, pero tenemos que tener orgullo de equipo. Sólo hubiese justificado el aplauso si hubiese corrido con 40 grados de fiebre o si después de romper la moto, me la hubiesen puesto en la pista al día siguiente después de trabajar toda la noche", añade un indignado Sete Gibernau.
El piloto oficial de Movistar Honda, cuarto en el mundial y a casi un centenar de puntos del líder, el italiano Valentino Rossi, se marca un objetivo: "Voy a salir de esta situación porque me horroriza. Todos tenemos que empezar a recuperar una actitud ganadora", emplaza a su equipo. "Eso de ser segundo, no ha entrado nunca en mis planes. Ni siquiera cuando era sexto u octavo hace años: sólo pensaba en ganar. No he sido nunca un conformista", sentencia.