L D (EFE) El presidente alemán siguió así la petición del canciller Gerhard Schroeder, que el pasado 1 de julio se sometió a un voto de confianza con intención de perderlo para favorecer el adelanto de las legislativas. Según Koehler, tras la decisión de Schroeder no queda otra salida que el adelanto de los comicios, puesto que quedó claro que el actual Gobierno no cuenta con el necesario respaldo de la cámara.
Añadió el presidente que tras numerosas entrevistas con políticos y después de recibir numerosos mensajes de la población, ha llegado a la conclusión de que la argumentación de Schroeder es correcta y que "se dan las condiciones para una disolución del Parlamento". "He llegado a la conclusión de que la mejor manera de servir al pueblo en este momento es dejar que éste decida" sobre la orientación del país, dijo el presidente, quien pidió a los partidos que presenten con sinceridad las soluciones que ven para resolver los problemas del país.
Tras el sí de Koehler, queda abierta la posibilidad de que, tal como anunciaron pensaban hacer varios diputados, se recurra contra el adelanto de los comicios ante el Tribunal Constitucional. Esa situación se produjo ya a finales de 1982, después de que el entonces canciller Helmut Kohl pidiera el adelanto de los comicios, a lo que el TC dio el visto bueno para los comicios, a principios de 1983. En caso de que la Corte se pronunciase ahora en sentido contrario, Schroeder estaría ante la disyuntiva de seguir en el cargo hasta el fin de la legislatura o bien dimitir.
La tercera opción sería impulsar una enmienda a la Constitución, para posibilitar la autodisolución del Parlamento, lo que precisaría el respaldo de dos tercios de la cámara.
Añadió el presidente que tras numerosas entrevistas con políticos y después de recibir numerosos mensajes de la población, ha llegado a la conclusión de que la argumentación de Schroeder es correcta y que "se dan las condiciones para una disolución del Parlamento". "He llegado a la conclusión de que la mejor manera de servir al pueblo en este momento es dejar que éste decida" sobre la orientación del país, dijo el presidente, quien pidió a los partidos que presenten con sinceridad las soluciones que ven para resolver los problemas del país.
Tras el sí de Koehler, queda abierta la posibilidad de que, tal como anunciaron pensaban hacer varios diputados, se recurra contra el adelanto de los comicios ante el Tribunal Constitucional. Esa situación se produjo ya a finales de 1982, después de que el entonces canciller Helmut Kohl pidiera el adelanto de los comicios, a lo que el TC dio el visto bueno para los comicios, a principios de 1983. En caso de que la Corte se pronunciase ahora en sentido contrario, Schroeder estaría ante la disyuntiva de seguir en el cargo hasta el fin de la legislatura o bien dimitir.
La tercera opción sería impulsar una enmienda a la Constitución, para posibilitar la autodisolución del Parlamento, lo que precisaría el respaldo de dos tercios de la cámara.
Schroeder y Merkel inician la pugna por la cancillería
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, confirmó que presentará su candidatura para la reelección. Schroeder, tras elogiar la decisión del presidente Horst Koehler de disolver el Parlamento y convocar elecciones, manifestó su convicción de que con ello se cumple el deseo no sólo de los partidos, sino de la mayoría de los ciudadanos. El canciller concluyó diciendo que participará con toda su fuerza y su energía en la campaña por la reelección, pues "las reformas están dando los primeros resultados, Alemania va por buen camino y cada vez más gente se da cuenta de ello".
La candidata conservadora a la Cancillería, Angela Merkel, llamó a los ciudadanos a aprovechar la oportunidad que se les presenta con las elecciones anticipadas para dar "un nuevo comienzo" a Alemania. Alemania no está aprovechando todas sus posibilidades, dijo la aspirante de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CS). No hay que "conformarse" con la actual cifra de cinco millones de parados, dijo Merkel refiriéndose al tema que más preocupa al país y que debería centrar gran parte de la campaña electoral.