L D (EFE) Ni los más optimistas, tal y como admitió Anna Tarrés, seleccionadora española, habían soñado con la posibilidad de que el equipo de natación sincronizada consiguiera un pleno en Montreal, algo que se concretó con la medalla de bronce en la competición por equipos.
Las españolas consiguieron un póquer de medallas, una en cada una de las especialidades ("sólo", "dúo", combinada y por equipos) y esta última, la conseguida en la competición por equipos, tiene una significación especial, porque nunca antes había conseguido una medalla en esta especialidad, la de más prestigio de todas. "Esta medalla quiere decir que estamos en la elite. Estamos en todos los podios de todas especialidades. No lo esperábamos, la verdad", dijo Tarrés después de concretarse el tercer puesto en la competición por equipos.
España estuvo muy cerca de Japón. Sumó 97,834 por 97,750 de las niponas. Rusia, inalcanzable, consiguió 99,334. "Cada vez estamos más cerca de las rusas", insistió Tarrés, quien admitió que el ejercicio de sus nadadoras es de los que hacen sentir orgulloso a cualquiera. Los jueces otorgaron dos dieces a España en impresión artística. En técnica, la puntuación no llegó tan arriba. La entrenadora española reparó en que la nota más baja provenía del juez japonés. "Eso quiere decir algo, ya nos tienen miedo", dijo.
Una composición de Salvador Niebla, titulada "Dalí", permitió el lucimiento a las nadadoras españolas. Con continuos guiños dalinianos, el equipo disfrutó en el agua en un ejercicio repleto de riesgo, sin apenas errores y que les permitió situarse por primera vez en la historia en un podio mundialista. "Nunca nos habían dado dos dieces en este ejercicio, estamos súper satisfechas por el reconocimiento de los jueces. Esa nota en artística es el sueño de cualquier entrenador y de cualquier nadadora", insistió. Tarrés habló de que se ha reconocido el trabajo de las nadadoras y de que el futuro en esta especialidad acuática es halagüeño en España. Recordó que el equipo junior ha finalizado hace pocas fechas en tercera posición del Campeonato de Europa y, además, se ha firmado un acuerdo de patrocinio con una empresa aseguradora.
Curiosamente, la práctica totalidad de medallas de España en Montreal (hasta la fecha todas menos el oro de David Meca) han correspondido a una especialidad que en España cuenta con apenas 300 licencias. "Después de conseguir tres medallas en los Mundiales de Barcelona hubo un aumento considerable de licencias. Ahora ya veremos", explicó finalmente Tarrés.
Por delante de las españolas quedaron las japonesas, quienes poco a poco ven como tienen más problemas para imponerse a las de Tarrés. Las rusas estuvieron nuevamente a otro nivel. Su fiabilidad les hace estar un par de peldaños del resto. El público, que por primera vez en la competición llenó la piscina de la natación sincronizada, protestó algunas decisiones de los jueces, especialmente en la puntuación del equipo chino, un conjunto emergente que espera estar listo para sus Juegos en Pekín.