L D (EFE) Este partido es de los que sobran en una gran competición como ésta. España había quemado todas sus opciones de meterse entre las ocho primeras al perder contra Italia y después de ser derrotada por Holanda, las españolas ya sabían que iban a ser undécimas, porque Nueva Zelanda es un rival muy inferior.
El gran problema del grupo de Mar Sanromá estriba en la falta de experiencia. La entrenadora dispone de jugadoras con gran potencial como la portero Patricia del Soto, seguramente una de las mejores del campeonato; la boya Blanca Gil, que juega a gran nivel en Catania (Italia) o Laura López, un prometedora juvenil, que hoy se destapó con cinco goles, pero el equipo no acaba de creérselo.
Seguramente, y aunque resulte paradójico, España se complicó su futuro con el inesperado empate inicial ante Estados Unidos, la actual campeona mundial. Ese resultado, al contrario de lo que se puede pensar, no resultó beneficioso para el ánimo de las españolas, que tras ganar a la débil China, encajaron tres derrotas consecutivas que les alejó de los lugares de privilegio.
El encuentro ante las neozelandesas no tuvo historia. Se resolvió en el primer cuarto, con un tanto de Sara Domínguez y Cristina López y dos de Laura López, la sensación del equipo, que dejaron el tanteador en 4-1. La juvenil Laura López (17 años) mostró de lo que es capaz y se adivina como la futura crack del equipo. De hecho, tras jugar el Mundial con la selección absoluta, cogerá el avión para disputar el mundial juvenil en Portugal. Al término del segundo cuarto, España incrementó aún más su diferencia (7-2) y, salvo las dudas en el tercer cuarto (1-1) que dejó el tanteador en 8-3, el equipo estuvo muy concentrado en todo momento y acabó con una clara victoria 12-3.
Este undécimo puesto es el peor de España en un Mundial. En el estreno quedó novena en Perth (1998) y hace dos años en Barcelona (2003) concluyeron octavas.