L D (Agencias) Los menores de edad, de etnia gitana, se estaban bañando en una acequia situada entre las calles Ibón de Plan y Antonio Leiva, en el barrio zaragozano de Miralbueno.
La Delegación del Gobierno en Aragón ha informado que el servicio de Bomberos, que desplazó seis vehículos a la zona, concluyó con éxito las labores de rescate de los dos niños. Uno de los menores, una niña, había desaparecido, aunque ha aparecido ilesa, mientras que el otro, de cuatro años, ha tenido que reanimado en una UVI móvil y trasladado al Hospital Infantil de Zaragoza, indicaron las mismas fuentes.
La mujer falleció al quedar atrapada en el sifón de la tubería que cruza bajo un camino asfaltado. Según explicaron los bomberos de Zaragoza, aunque la acequia es poco profunda, el sifón tiene una altura de dos metros, por lo que la mujer, de más envergadura que su nieto, fue atraída por un remolino y ya no logró salir.
El niño fue llevado por la corriente unos 400 metros hasta que logró agarrarse a una tajadera, por lo que cuando llegaron los bomberos, el niño se encontraba exhausto pero pudo ser reanimado en el lugar y trasladado al hospital. La nieta, a la que en un primer momento se dio por desaparecida, fue localizada posteriormente sin lesiones.
No obstante, el silencio de los primeros familiares que se dieron cita en el lugar, posiblemente por la incertidumbre de que hubiera más niños, obligó a los bomberos a vaciar las acequia, sin que se hallaran nuevas víctimas.
El juez de guardia llegó pasadas las 20:15 horas para proceder al levantamiento del cadáver, prácticamente al tiempo que accedían al lugar tres hijas de la fallecida, una nieta y su hermano.
Una de las hijas sufrió un ataque de nervios mientras llamaba a su madre, mientras que otra hija lamentaba su muerte por "salvar al Jose", afirmaba. El hermano de la fallecida, Gabriel Duval, alertó a los agentes personados en el lugar de la peligrosidad que presentaba ese tramo y confió en que esta tragedia sirviera para evitar nuevos sucesos, ya que, según declaró a los medios, en anteriores ocasiones habían ocurrido caídas similares pero habían conseguido salvarse.
El niño fue llevado por la corriente unos 400 metros hasta que logró agarrarse a una tajadera, por lo que cuando llegaron los bomberos, el niño se encontraba exhausto pero pudo ser reanimado en el lugar y trasladado al hospital. La nieta, a la que en un primer momento se dio por desaparecida, fue localizada posteriormente sin lesiones.
No obstante, el silencio de los primeros familiares que se dieron cita en el lugar, posiblemente por la incertidumbre de que hubiera más niños, obligó a los bomberos a vaciar las acequia, sin que se hallaran nuevas víctimas.
El juez de guardia llegó pasadas las 20:15 horas para proceder al levantamiento del cadáver, prácticamente al tiempo que accedían al lugar tres hijas de la fallecida, una nieta y su hermano.
Una de las hijas sufrió un ataque de nervios mientras llamaba a su madre, mientras que otra hija lamentaba su muerte por "salvar al Jose", afirmaba. El hermano de la fallecida, Gabriel Duval, alertó a los agentes personados en el lugar de la peligrosidad que presentaba ese tramo y confió en que esta tragedia sirviera para evitar nuevos sucesos, ya que, según declaró a los medios, en anteriores ocasiones habían ocurrido caídas similares pero habían conseguido salvarse.