L D (Europa Press) La institución que dirige Conde Pumpido ha nombrado a dos fiscales que están analizando los expedientes de numerosos etarras presos en los que se sospecha que ha podido haber irregularidades. Estas podrían ir desde su matriculación sin cumplir los requisitos necesarios hasta la alteración de las actas de las notas pasando por la realización de exámenes mientras estaban huidos, la utilización de documentación con identidad falsa para matricularse o realizar la carrera. También ha habido denuncias ante el hecho de que un mismo profesor fuera el que firmara todas las actas o que la relación de convocatorias no fuera consecutiva.
También se está tratando de aclarar el papel que ha jugado la UNED de Bergara en toda la organización y el control que ha podido ejercer o dejar de ejercer sobre los estudios de los alumnos presos. En 1993 la UPV y la UNED de Bergara firmaron un convenio para facilitar el estudio de los alumnos presos.
El cometido del centro de la universidad a distancia era de actuar como intermediario, poniendo en contacto a los presos con las Facultades y los profesores de la UPV. La Fiscalía trata de precisar si, previamente a ese convenio, la distribución de asignaturas se hacía recurriendo a profesores afines y no a los profesores que se asignan en cada curso como está establecido legalmente. También se investiga cómo se hacía la recogida y entrega de los exámenes y si esto lo realizaban profesores pro batasunos.
Convenio con la UNED desde el 93
A partir de la firma del convenio con la UNED, los profesores tenían que depositar los exámenes en la Secretaría de su Facultad y ésta los tramitaba a la UNED de Bergara, que a su vez los repartía por las distintas cárceles. Cuando se habían realizado los exámenes, pasaban de nuevo por este centro adscrito y de ahí a los profesores correspondientes. La investigación en este caso es aclarar si se establecieron las mínimas garantías de control en el procedimiento.