L D (Europa Press) En una entrevista concedida a Europa Press, la ministra de Medio Ambiente explicó que "con la situación de sequía en Aragón y Cataluña, si se hubiera tenido el trasvase del Ebro hubiera comportado como mínimo los mismos problemas que está comportando el trasvase Tajo-Segura".
La política del agua no puede depender, según Narbona, del caudal que lleva un río. "No estamos cerrados a los trasvases, pero cada cosa se tiene que decidir en un momento con la máxima racionalidad" y "un trasvase es una actuación que pone en contradicción entre la cuenca cedente y la receptora", aseguró. "Este Gobierno no excluye el trasvase entre cuencas como una opción, pero sí pone el énfasis en que antes de tomar una decisión de ese tipo se tienen que agotar todos los medios para un uso razonable de los recursos de los que dispone cada zona de España, y eso es lo que pretende la directiva europea en materia de agua", explicó.
Así, antes de plantear los trasvases quedan por resolver muchas incógnitas sobre el uso del agua en España. "Todavía desconocemos la mayoría de los detalles sobre los usos del agua en España, y antes de hablar de trasvasar agua de una cuenca a otra, será bueno que se sepa para qué se utiliza el agua", dijo la ministra de Medio Ambiente.
El Ministerio de Medio Ambiente ha invertido 370 millones de euros desde febrero en obras de emergencia y actuaciones para hacer frente a la sequía y evitar que las ciudades tengan problemas de suministro. "Ante la posibilidad de que sea un periodo, y no sólo un año seco, nos hace tomar decisiones no para el corto plazo sino de aquí a unos años, y este verano no ha habido ninguna situación de escasez real en ciudades, ya que Huesca está siendo ya atendida con las obras de emergencia", indicó la ministra.
En estos momentos, "toda España subvenciona de manera muy importante los costes del agua para la agricultura e ir reduciendo esa subvención y hacerlo sin que los agricultores se encuentren en una situación imposible de asumir es la tarea que hay que llevar a cabo", indicó Narbona. En esta línea, a lo largo de 2006 empezarán a elaborarse los planes de cuenca de acuerdo con la nueva directiva marco del agua y en 2009 deben estar finalizados. En este periodo hay que tomar decisiones sobre repercusión de los costes del agua de cara a después de 2010.