LD (EFE) Las rentas primarias de los hogares, es decir, las generadas en el proceso productivo, crecieron el pasado año el 6,4 por ciento, según el INE, que destaca el incremento del 6,7 por ciento de la remuneración de asalariados y del 9,8 por ciento experimentado por el saldo neto de las rentas de la propiedad.
Sin embargo, el proceso de redistribución redujo ese crecimiento de las rentas primarias hasta el mencionado seis por ciento experimentado por la renta disponible, debido al menor incremento de las prestaciones sociales recibidas por los hogares (el 2,5 por ciento) y al déficit en las transferencias corrientes percibidas.
El ahorro de las familias fue suficiente para financiar el fuerte incremento de la inversión que realizaron , que fue el 12,9 por ciento superior a la del año anterior, pero situó la capacidad de financiación en 1.722 millones, cifra que equivale al 0,2 por ciento del PIB y que es la más baja de toda la serie contable desde 1985.
Tanto la renta disponible como el gasto en consumo final crecieron en torno al 6,3 por ciento y permitieron generar un ahorro superior a los 168.000 millones, cifra que, pese a ir unida a un superávit de transferencias de capital de más de 9.000 millones, fue insuficiente para financiar la inversión en capital fijo (194.000 millones).
Sin embargo, el proceso de redistribución redujo ese crecimiento de las rentas primarias hasta el mencionado seis por ciento experimentado por la renta disponible, debido al menor incremento de las prestaciones sociales recibidas por los hogares (el 2,5 por ciento) y al déficit en las transferencias corrientes percibidas.
El ahorro de las familias fue suficiente para financiar el fuerte incremento de la inversión que realizaron , que fue el 12,9 por ciento superior a la del año anterior, pero situó la capacidad de financiación en 1.722 millones, cifra que equivale al 0,2 por ciento del PIB y que es la más baja de toda la serie contable desde 1985.
Tanto la renta disponible como el gasto en consumo final crecieron en torno al 6,3 por ciento y permitieron generar un ahorro superior a los 168.000 millones, cifra que, pese a ir unida a un superávit de transferencias de capital de más de 9.000 millones, fue insuficiente para financiar la inversión en capital fijo (194.000 millones).