L D (EFE) Bettini, de 31 años y uno de los corredores que cada etapa conciben la carretera como un campo de batalla, sabía que el final se ajustaba a sus características: un esprint largo y con ligera subida donde podía batir al casi invencible Petacchi, que buscó con ahínco su quinta victoria en la presente edición. El grillo, como le conocen en Italia, aprovechó el lanzamiento del Fassa y los ataques de última hora en la recta para arrancar por sorpresa a 300 metros. Aguantó con fuerza y pasó la línea con un tiempo vencedor de tres horas, 40 minutos y 56 segundos, por delante de Petacchi y de los españoles Miguel Ángel Martín Perdiguero, Joaquín Rodríguez y Samuel Sánchez.
La victoria de uno de los mejores clasicómanos de todos los tiempos fue "una liberación tras un año muy difícil y algo muy especial al tratarse en la Vuelta, donde una etapa vale más que ganar en una clásica", según decía muy feliz el triple campeón de la Copa del Mundo, quien ya puede presumir de éxitos en las tres grandes. En el Tour "mojó" en 2000 y el Giro el año pasado. Bettini no duda en valorar el hecho de haberse impuesto al mejor esprinter del mundo, "un gran profesional" que además está en un gran momento de forma. También destacó que en su galería fotográfica tiene fotos en lucha con grandes velocistas como Óscar Freire y Mario Cipollini, pero le faltaba una foto en lucha con Petacchi, "trofeo" que logró en la capital pucelana.
La general no se alteró en absoluto, todo siguió en su sitio según lo dejó Heras el inolvidable día de Pajares. El bejarano entrará en las próximas etapas de media montaña con 4:30 minutos sobre el ruso Denis Menchov (Rabobank) y 4:50 respecto al tercer clasificado, el español Carlos Sastre (CSC).
Ha sido una jornada que pretendía seguir con el descanso activo y por eso el pelotón controló desde el principio que nadie se saltara el guión más de la cuenta. Apenas algún sobresalto por la aparición del viento que obligó a ponerse serio al Liberty del jersey oro y alguna caída sin consecuencias. Dos españoles, Ángel Gómez (Saunier) y Nacor Burgos (Relax Fuenlabrada) rompieron la tranquilidad del pelotón en el kilómetro 125 y abrieron un hueco que nunca superó el minuto y medio. Un intento que apenas cogió vida durante 22 kilómetros. A doce de meta fue otro hombre del Saunier Duval, Rafael Casero, quien optó por la vía aventurera, pero con el pelotón rodando a más de 70 por hora, cualquier alegría era una locura.
La estrategia del Fassa se montó como siempre, un ritmo asfixiante a 5 kilómetros de meta y lanzamiento de Petacchi en la recta decisiva. Los saltos de última hora desajustaron la máquina azul de los italianos y el ataque lejano de Bettini terminó de romper los cables que llevaban hacia la victoria. Bettini se había documentado antes de salir y sabía que la sorpresa era posible. Su salto fue arriesgado, como los que le han servido para reinar en la Lieja-Bastoña-Lieja en dos ocasiones, o en la Milán-San Remo, Clásica de San Sebastián o Campeonato de Zúrich. El medallista de oro en Atenas, profesional desde 1997, ya tiene la foto que deseaba antes de intentar el siguiente asalto en el Mundial de Madrid, el próximo día 25, donde el final "tampoco es completamente llano". Los españoles ya saben que el grillo se ha vuelto a documentar.
La Vuelta llega a la montaña de Segovia y Madrid con la decimoséptima etapa entre El Espinar y La Granja de San Ildefonso, de 165,6 kilómetros de recorrido. Será una jornada ondulada con el doble ascenso al Puerto de Navacerrada (primera categoría), La Morcuera (segunda) y Los Ángeles de San Rafael (tercera). Los aventureros al acecho.