L D (EFE) Francisco Alcaraz deseó que las otras siete ciudades que va a visitar el autobús fletado por la AVT para que no se olvide a las víctimas dispensen la misma acogida que ha recibido en Santander en su primera parada, pero también lamentó que esta iniciativa no pueda pasar por el País Vasco, porque allí las familias aún sufren "la amenaza y la extorsión" de ETA y del entorno del terrorismo.
"Muchas víctimas (en el País Vasco) tienen que llevar una vida en el anonimato, incluso ocultando a sus vecinos por qué fue asesinado su padre. Imagínese en qué situación vivimos en España cuando ni siquiera las víctimas podemos realizar homenajes en el País Vasco para evitar que esas familias estén el objetivo de quienes cada día son más fuertes y apoyan a los violentos", dijo a los periodistas.
Alcaraz recalcó que en el País Vasco "la extorsión y la amenaza de ETA" sigue atemorizando a las familias de las víctimas, por lo que la AVT ha decidido que su caravana no pase por esa comunidad porque "no podemos garantizar que esas personas puedan hacer su vida con toda normalidad" si "dan la cara" en este tipo de actos.
Un millar de personas arropó en la plaza del Ayuntamiento de Santander a la treintena de miembros de la AVT que ha emprendido este recorrido por España para mantener vivo el recuerdo de las víctimas de ETA, porque, según el presidente de la asociación, las víctimas no sólo se sienten "olvidadas" en estos momentos, sino que perciben a algunos les resulta "molesta" su presencia.
"En este momento en el que hay un proceso de negociación las víctimas de ETA incluso somos molestas. Se intenta desde distintos medios que no se nos escuche, que no se oiga nuestra voz para no interrumpir ese proceso de negociación con los beneficios políticos que pueda conllevar para unos o para otros", denunció Alcaraz.
El presidente de la AVT criticó al Alto Comisionado del Gobierno para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba , por haberles pedido –según palabras de Alcaraz– "algún tipo de benevolencia con los que no tienen delitos de sangre". Alcaraz describió a Peces-Barba como el "Comisionado para el Gobierno", no para las víctimas, y defendió que no puede hablar en nombre de éstas.
"Muchas víctimas (en el País Vasco) tienen que llevar una vida en el anonimato, incluso ocultando a sus vecinos por qué fue asesinado su padre. Imagínese en qué situación vivimos en España cuando ni siquiera las víctimas podemos realizar homenajes en el País Vasco para evitar que esas familias estén el objetivo de quienes cada día son más fuertes y apoyan a los violentos", dijo a los periodistas.
Alcaraz recalcó que en el País Vasco "la extorsión y la amenaza de ETA" sigue atemorizando a las familias de las víctimas, por lo que la AVT ha decidido que su caravana no pase por esa comunidad porque "no podemos garantizar que esas personas puedan hacer su vida con toda normalidad" si "dan la cara" en este tipo de actos.
Un millar de personas arropó en la plaza del Ayuntamiento de Santander a la treintena de miembros de la AVT que ha emprendido este recorrido por España para mantener vivo el recuerdo de las víctimas de ETA, porque, según el presidente de la asociación, las víctimas no sólo se sienten "olvidadas" en estos momentos, sino que perciben a algunos les resulta "molesta" su presencia.
"En este momento en el que hay un proceso de negociación las víctimas de ETA incluso somos molestas. Se intenta desde distintos medios que no se nos escuche, que no se oiga nuestra voz para no interrumpir ese proceso de negociación con los beneficios políticos que pueda conllevar para unos o para otros", denunció Alcaraz.
El presidente de la AVT criticó al Alto Comisionado del Gobierno para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba , por haberles pedido –según palabras de Alcaraz– "algún tipo de benevolencia con los que no tienen delitos de sangre". Alcaraz describió a Peces-Barba como el "Comisionado para el Gobierno", no para las víctimas, y defendió que no puede hablar en nombre de éstas.