L D (EFE) Lahud hizo esas declaraciones minutos antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptase por unanimidad una resolución en la que insta a Siria a que colabore en la investigación del asesinato del que fuera primer ministro libanés.
Según el presidente, aquel crimen "está destinado no sólo a desestabilizar la situación en el país, sino también a destruir los avances alcanzados, así como la política nacional de apoyo a la Resistencia (en referencia al grupo terrorista chií, apoyado por Siria, Hizbulá)". "La finalidad del complot es servir a Israel y a su política expansionista en la región, así como ejercer presiones sobre Líbano y Siria", añadió el gobernante libanés.
El mandatario libanés bajo tutela siria dijo que las autoridades judiciales libanesas continuarán sus investigaciones para identificar a los culpables del crimen y llevarlos ante la Justicia. El presidente dijo que los que exigen su dimisión tienen por objetivo la política de apoyo a Hizbulá, cuyo desarme así como el de los grupos palestinos exige la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que logró la retirada militar siria después de tres décadas de presencia. "Seamos claros, el desarme de la Resistencia libanesa solo se logrará a través del diálogo nacional. No se puede usar la resolución 1559 para ejercer presiones sobre Líbano a fin que la aplique para satisfacer sus objetivos (de la comunidad internacional)", agregó.
Lahud estimó también que "Líbano no puede sobrevivir sin establecer buenas relaciones con Siria ya que, de otro modo, volverá a vivir en un ciclo de tensión y disturbios".
Por su parte, el líder druso Walid Yumblat estimó este lunes que si las Naciones Unidas aplican sanciones deben hacerlo sólo con "las personas sospechosas". "Rechazamos las sanciones contra el pueblo sirio. Hemos visto como ha sufrido el pueblo iraquí por éstas. Además el Líbano será afectado por ellas debido a los vínculos orgánicos que existen entre ambos países". El diputado Saad Hariri, hijo y sucesor político del ex primer ministro, ha subrayado en numerosas ocasiones que "no estamos contra el pueblo sirio sino contra un puñado de asesinos".
Según el presidente, aquel crimen "está destinado no sólo a desestabilizar la situación en el país, sino también a destruir los avances alcanzados, así como la política nacional de apoyo a la Resistencia (en referencia al grupo terrorista chií, apoyado por Siria, Hizbulá)". "La finalidad del complot es servir a Israel y a su política expansionista en la región, así como ejercer presiones sobre Líbano y Siria", añadió el gobernante libanés.
El mandatario libanés bajo tutela siria dijo que las autoridades judiciales libanesas continuarán sus investigaciones para identificar a los culpables del crimen y llevarlos ante la Justicia. El presidente dijo que los que exigen su dimisión tienen por objetivo la política de apoyo a Hizbulá, cuyo desarme así como el de los grupos palestinos exige la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que logró la retirada militar siria después de tres décadas de presencia. "Seamos claros, el desarme de la Resistencia libanesa solo se logrará a través del diálogo nacional. No se puede usar la resolución 1559 para ejercer presiones sobre Líbano a fin que la aplique para satisfacer sus objetivos (de la comunidad internacional)", agregó.
Lahud estimó también que "Líbano no puede sobrevivir sin establecer buenas relaciones con Siria ya que, de otro modo, volverá a vivir en un ciclo de tensión y disturbios".
Por su parte, el líder druso Walid Yumblat estimó este lunes que si las Naciones Unidas aplican sanciones deben hacerlo sólo con "las personas sospechosas". "Rechazamos las sanciones contra el pueblo sirio. Hemos visto como ha sufrido el pueblo iraquí por éstas. Además el Líbano será afectado por ellas debido a los vínculos orgánicos que existen entre ambos países". El diputado Saad Hariri, hijo y sucesor político del ex primer ministro, ha subrayado en numerosas ocasiones que "no estamos contra el pueblo sirio sino contra un puñado de asesinos".