L D (EFE) Al tiempo que el presidente de EEUU sostenía esas reuniones, en las calles de Mar del Plata se congregaban miles de manifestantes para protestar contra la política exterior estadounidense y la presencia de Bush y jalear a dictadores como Castro.
El propio Bush aludió a esas manifestaciones en su comparecencia conjunta con Kirchner, al agradecerle la organización de la cumbre: "no siempre es fácil ser el anfitrión de todos estos países. Particularmente no es fácil, quizás, ser mi anfitrión". La reunión con Kirchner no fue tampoco, a tenor de las declaraciones de ambos, precisamente un intercambio de cumplidos. Según el presidente argentino, que en un momento dado habló de "crudeza", fue una conversación que "no buscó la placidez, sino la verdad".
Ambos utilizaron el calificativo "franco", que en lenguaje diplomático suele aludir a desacuerdos. En esa reunión, las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ocuparon una parte importante de las conversaciones.
Kirchner "fue bastante firme en su creencia de que el FMI debe tener una actitud diferente hacia Argentina", explicó Bush, quien apuntó que tras la recuperación económica argentina "puede plantear su caso desde una posición mucho más sólida". A todas luces menos "cruda" fue la reunión de Bush con los presidentes de los países andinos con los que EEUU negocia un Tratado de Libre Comercio –Perú, Ecuador y Colombia, y Bolivia como observador–. "Les aseguré que negociamos de buena fe y seguiremos negociando de buena fe", afirmó Bush, en unas declaraciones a la prensa estadounidense.
En su reunión con los mandatarios de los países centroamericanos y la República Dominicana, los líderes expresaron su satisfacción por la próxima entrada en vigor, el 1 de enero, del CAFTA-DR, el Tratado de Libre Comercio para América Central y la República Dominicana. "Estamos ansiosos por su puesta en marcha", declaró Bush.
El presidente de EEUU se reunió asimismo, inmediatamente antes de la ceremonia de inauguración de la cumbre, con Ricardo Lagos, con cuyo país Estados Unidos tiene otro Tratado de Libre Comercio. Pero sobre todas las bilaterales de hoy ha pendido la sombra de otro pacto comercial, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que se ha convertido en el último punto de desacuerdo en las negociaciones sobre la declaración final de la cumbre. El ALCA debía haber entrado en vigor en 2005, pero las negociaciones se encuentran estancadas desde hace dos años y EEUU quiere reanudarlas.
Un total de 29 países se han expresado en favor de incluir un compromiso sobre la reanudación de las conversaciones, pero los cinco restantes –los socios del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y Venezuela– se han declarado en contra. Uno de los principales obstáculos son los subsidios agrícolas de EEUU, que junto a los de la UE deben verse el próximo diciembre en la reunión ministerial de la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Hong Kong.
Los cinco países contrarios alegan que es necesario esperar a ver qué ocurre entonces antes de fijar fechas para retomar el ALCA. "Si Doha tiene éxito supondrá un importante paso para adelantar el ALCA", indicó hoy Tom Shannon, el nuevo secretario de Estado adjunto de EEUU para América Latina. El presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los mayores críticos internacionales de Bush y quien hoy se dirigió a los manifestantes, ha declarado "enterrado" el ALCA.
Cómo vayan a comportarse Bush y Chávez cuando coincidan en la cumbre es uno de los centros de atención de la cumbre. "Seré educado, por supuesto. Es lo que los estadounidenses esperan de su presidente", afirmó este viernes Bush al respecto.
El propio Bush aludió a esas manifestaciones en su comparecencia conjunta con Kirchner, al agradecerle la organización de la cumbre: "no siempre es fácil ser el anfitrión de todos estos países. Particularmente no es fácil, quizás, ser mi anfitrión". La reunión con Kirchner no fue tampoco, a tenor de las declaraciones de ambos, precisamente un intercambio de cumplidos. Según el presidente argentino, que en un momento dado habló de "crudeza", fue una conversación que "no buscó la placidez, sino la verdad".
Ambos utilizaron el calificativo "franco", que en lenguaje diplomático suele aludir a desacuerdos. En esa reunión, las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ocuparon una parte importante de las conversaciones.
Kirchner "fue bastante firme en su creencia de que el FMI debe tener una actitud diferente hacia Argentina", explicó Bush, quien apuntó que tras la recuperación económica argentina "puede plantear su caso desde una posición mucho más sólida". A todas luces menos "cruda" fue la reunión de Bush con los presidentes de los países andinos con los que EEUU negocia un Tratado de Libre Comercio –Perú, Ecuador y Colombia, y Bolivia como observador–. "Les aseguré que negociamos de buena fe y seguiremos negociando de buena fe", afirmó Bush, en unas declaraciones a la prensa estadounidense.
En su reunión con los mandatarios de los países centroamericanos y la República Dominicana, los líderes expresaron su satisfacción por la próxima entrada en vigor, el 1 de enero, del CAFTA-DR, el Tratado de Libre Comercio para América Central y la República Dominicana. "Estamos ansiosos por su puesta en marcha", declaró Bush.
El presidente de EEUU se reunió asimismo, inmediatamente antes de la ceremonia de inauguración de la cumbre, con Ricardo Lagos, con cuyo país Estados Unidos tiene otro Tratado de Libre Comercio. Pero sobre todas las bilaterales de hoy ha pendido la sombra de otro pacto comercial, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que se ha convertido en el último punto de desacuerdo en las negociaciones sobre la declaración final de la cumbre. El ALCA debía haber entrado en vigor en 2005, pero las negociaciones se encuentran estancadas desde hace dos años y EEUU quiere reanudarlas.
Un total de 29 países se han expresado en favor de incluir un compromiso sobre la reanudación de las conversaciones, pero los cinco restantes –los socios del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y Venezuela– se han declarado en contra. Uno de los principales obstáculos son los subsidios agrícolas de EEUU, que junto a los de la UE deben verse el próximo diciembre en la reunión ministerial de la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Hong Kong.
Los cinco países contrarios alegan que es necesario esperar a ver qué ocurre entonces antes de fijar fechas para retomar el ALCA. "Si Doha tiene éxito supondrá un importante paso para adelantar el ALCA", indicó hoy Tom Shannon, el nuevo secretario de Estado adjunto de EEUU para América Latina. El presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los mayores críticos internacionales de Bush y quien hoy se dirigió a los manifestantes, ha declarado "enterrado" el ALCA.
Cómo vayan a comportarse Bush y Chávez cuando coincidan en la cumbre es uno de los centros de atención de la cumbre. "Seré educado, por supuesto. Es lo que los estadounidenses esperan de su presidente", afirmó este viernes Bush al respecto.