L D (EFE) "Sí, el nuestro es un duelo, pero un poco de lejos, porque sólo hemos jugado dos veces este año los dos mejores, lo que no es mucho", señalaba Federer. "El ha ganado once títulos, yo también, yo dos Grands Slams y él uno, pero ha rendido lo suyo, ha ganado Roland Garros, y en el futuro va a ser peligroso y difícil de batir", advierte el tenista suizo.
El maestro argentino que lo derrotaba, acabando con la racha de 36 victorias consecutivas que mantenía Federer, también elogiaba el ascenso del jugador mallorquín este año hasta el segundo peldaño de la clasificación mundial. "Es increíble, un jugador que sobre tierra no perdió ningún partido prácticamente, y que creo que en canchas rápidas y en interior puede jugar también bien, la verdad es que es increíble", recalca Nalbandian.
Los dos jugadores hablaron del joven tenista de Manacor mientras hacían un repaso de su temporada y miraban al futuro. Para Nalbandian, su victoria no distorsiona demasiado la imagen de sus resultados de 2005. "Creo que el balance del año es bueno, pero tuve muchos altos y bajos y la verdad es que me gustaría jugar mucho más consistente los torneos", reconoce.
Por su parte, Federer dice que esta temporada para él había sido "fantástica". "Es una sorpresa para mí haber jugado tan bien, tan constante, casi sin perder partidos, sólo cuatro este año, lo que tiene algo de increíble. La derrota ha sido contra Nadal en Roland Garros (en semifinales)", afirmaba, "una espina que queda pendiente para el año que viene". "Un gran objetivo en mi carrera sigue siendo ganar Roland Garros, este año he estado más cerca que otros. A la hora de hacer una buena temporada (en 2006), si eso ocurre sería genial", admite.
Sin embargo, su principal meta es seguir siendo el número uno en la carrera de la ATP. "Si, soy número uno mundial, quiero seguir siéndolo. Ante eso, sacrifico un poco todo, porque para mí es importante seguir siendo el número uno, eso lo que me hace más feliz. Es un gran orgullo, y por eso uno lo da todo", reconoce. Además, Federer se declara "contento y relajado" con su juego: "Creo que este año he mejorado muchas cosas, pero es cierto que en estos momentos juego bien. Mientras todo siga así, no hace falta cambiar demasiado, aunque siempre hay cosas que mejorar".
Sobre su fragilidad ante las lesiones, como la que le ha dificultado estar al cien por cien en la final de la Copa Masters de Shanghai, afirma que ya no puede tomar más precauciones. "En este punto vemos que el tenis es bastante brusco y brutal, pero no creo que cambie gran cosa, de hecho tengo mucho cuidado, con Pierre Paganini (su preparador físico), para elegir bien los torneos en los que juego, y hacer bien los calentamientos para que no me lesione de manera un poco tonta", dice. Con todo, Federer reconoce que le escocía particularmente no haber podido ganar su tercer Masters consecutivo. "Para mí este es uno de los torneos en los que voy a pensar más, quizás, una vez que termine mi carrera", confiesa, aunque este año, debido a su lesión, "en realidad no pensaba jugar".
El maestro argentino que lo derrotaba, acabando con la racha de 36 victorias consecutivas que mantenía Federer, también elogiaba el ascenso del jugador mallorquín este año hasta el segundo peldaño de la clasificación mundial. "Es increíble, un jugador que sobre tierra no perdió ningún partido prácticamente, y que creo que en canchas rápidas y en interior puede jugar también bien, la verdad es que es increíble", recalca Nalbandian.
Los dos jugadores hablaron del joven tenista de Manacor mientras hacían un repaso de su temporada y miraban al futuro. Para Nalbandian, su victoria no distorsiona demasiado la imagen de sus resultados de 2005. "Creo que el balance del año es bueno, pero tuve muchos altos y bajos y la verdad es que me gustaría jugar mucho más consistente los torneos", reconoce.
Por su parte, Federer dice que esta temporada para él había sido "fantástica". "Es una sorpresa para mí haber jugado tan bien, tan constante, casi sin perder partidos, sólo cuatro este año, lo que tiene algo de increíble. La derrota ha sido contra Nadal en Roland Garros (en semifinales)", afirmaba, "una espina que queda pendiente para el año que viene". "Un gran objetivo en mi carrera sigue siendo ganar Roland Garros, este año he estado más cerca que otros. A la hora de hacer una buena temporada (en 2006), si eso ocurre sería genial", admite.
Sin embargo, su principal meta es seguir siendo el número uno en la carrera de la ATP. "Si, soy número uno mundial, quiero seguir siéndolo. Ante eso, sacrifico un poco todo, porque para mí es importante seguir siendo el número uno, eso lo que me hace más feliz. Es un gran orgullo, y por eso uno lo da todo", reconoce. Además, Federer se declara "contento y relajado" con su juego: "Creo que este año he mejorado muchas cosas, pero es cierto que en estos momentos juego bien. Mientras todo siga así, no hace falta cambiar demasiado, aunque siempre hay cosas que mejorar".
Sobre su fragilidad ante las lesiones, como la que le ha dificultado estar al cien por cien en la final de la Copa Masters de Shanghai, afirma que ya no puede tomar más precauciones. "En este punto vemos que el tenis es bastante brusco y brutal, pero no creo que cambie gran cosa, de hecho tengo mucho cuidado, con Pierre Paganini (su preparador físico), para elegir bien los torneos en los que juego, y hacer bien los calentamientos para que no me lesione de manera un poco tonta", dice. Con todo, Federer reconoce que le escocía particularmente no haber podido ganar su tercer Masters consecutivo. "Para mí este es uno de los torneos en los que voy a pensar más, quizás, una vez que termine mi carrera", confiesa, aunque este año, debido a su lesión, "en realidad no pensaba jugar".