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IMPUTADOS EN UN DELITO DE ASESINATO

Ingresan en prisión los jóvenes que quemaron viva a una indigente en un cajero

La titular del Juzgado de guardia de Detenidos número 3 ha decretado prisión provisional sin fianza para los dos jóvenes mayores de edad detenidos por apalear y calcinar viva presuntamente a una mendiga en un cajero automático de Barcelona. El Ministerio Fiscal les imputa un delito de asesinato, por lo que se les podría imponer una pena de 20 a 25 años de cárcel. La juez de menores, por su parte, decretó este martes régimen cerrado para el tercer detenido, J.J.M.R., de 16 años. El fiscal le imputa un delito de asesinato y podría solicitar que su internamiento preventivo de tres meses se alargue otros 90 días.

La titular del Juzgado de guardia de Detenidos número 3 ha decretado prisión provisional sin fianza para los dos jóvenes mayores de edad detenidos por apalear y calcinar viva presuntamente a una mendiga en un cajero automático de Barcelona. El Ministerio Fiscal les imputa un delito de asesinato, por lo que se les podría imponer una pena de 20 a 25 años de cárcel. La juez de menores, por su parte, decretó este martes régimen cerrado para el tercer detenido, J.J.M.R., de 16 años. El fiscal le imputa un delito de asesinato y podría solicitar que su internamiento preventivo de tres meses se alargue otros 90 días.

L D (Europa Press) El abogado del joven Ricard P.B., Juan Antonio del Moral, confirmó que los jóvenes se negaron a declarar ante la juez de guardia a mediodía. Del Moral aseguró que los chicos "en ningún momento acordaron matar a nadie" y reconoció que los tres "habían consumido bastante alcohol" la noche de los hechos. Según el letrado, la víctima, María Rosario E.P., de 50 años y nacida en Barcelona, "molestaba a todo el mundo". "Al parecer, cuando pedía, incluso, te agarraba y, si no le dabas dinero, te insultaba", explicó del Moral.

La defensa de Ricard P.B. asegura que los chicos sólo querían "molestar" a la indigente para que se marchase de allí. Al parecer, aquella noche el joven acudió al cajero donde estaba durmiendo María Rosa y la mujer habría aprovechado para pedirle dinero. Según el abogado, su defendido se negó y le comentó lo ocurrido a los otros dos jóvenes. Más tarde, los tres chicos habrían vuelto al cajero con la intención de "asustar" a María Rosa para que se marchase de allí. El letrado de Ricard P.B. alega que "si los jóvenes hubiesen tenido la intención de matar a la indigente, habrían inutilizado la cámara de seguridad del cajero". "Ellos no supusieron que el bidón contenía líquido inflamable y lo cogieron de la obra con la desgracia de que era así", apuntó del Moral.
 
Según el abogado, los acusados "no tenían ánimo de quemar a nadie". Si esa hubiese sido su intención, "a 50 metros había una gasolinera donde podrían haber comprado gasolina", aclaró del Moral. El letrado explicó que los jóvenes salieron "despavoridos" al ver que la mujer se incendiaba y aseguró que su defendido no recuerda cómo empezó a arder la víctima, ya que los tres habían bebido mucho aquella noche.
 
Una mujer que "no se metía con nadie"
 
Varios vecinos de la zona donde mendigaba la víctima señalaron hoy, en declaraciones a Europa Press, que la mujer "no se metía con nadie". Según Elisenda, dueña de un bar frecuentado por María Rosa, la mujer "era secretaria de dirección, pero hace dos o tres años dejó a su familia, se fue a París y empezó a beber y a tomar drogas".  Elisenda explicó que la víctima le contaba en ocasiones cómo era su vida y que, al parecer, la mujer "estaba muy falta de cariño". "A veces la familia deja un poco de lado a estas personas y, no sé si había arreglado su situación, pero de momento se la veía muy sola", aseguró esta vecina.  Según una amiga de la indigente, Eulàlia Izquierdo, la víctima "era una chica maravillosa y con cultura". "Era una madre muy correcta, una mujer guapísima y con mucha clase, aunque últimamente ya estaba fatal", explicó la mujer. "Me ha parecido horrible que estos niños hiciesen esa barbaridad", apuntó.
 
El intendente jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Joan Miquel Capell, explicó ayer que los jóvenes admitieron los hechos y se echaron a llorar. Además, dijeron que "se les fue la mano" y que su intención no era "llegar tan lejos" ni "hacer tanto daño". El intendente de los Mossos confirmó que uno de los detenidos mayor de edad tiene antecedentes por un delito contra la propiedad, aunque ninguno de los tres "tiene antecedentes por este tipo de hechos tan violentos y contra las personas".
 
Capell agradeció la colaboración ciudadana para identificar y localizar a los jóvenes. Sobre los posibles motivos del brutal asesinato, el intendente explicó que, a su juicio, se trata de "violencia gratuita" y aseguró que ese "ensañamiento" le parece "incomprensible" e "irracional". Asimismo, señaló que los padres de los chicos fueron los primeros sorprendidos por la "magnitud de los hechos". Según explicó Capell, los acusados intentaron salir de fiesta esa noche, aunque al parecer no les dejaron entrar en algunos locales. Al pasar por el cajero vieron a la mujer y decidieron llevar a cabo los hechos "para divertirse", aunque su intención no fuese "llegar tan lejos".
 
La agresión comenzó hacia la una de la madrugada del jueves al viernes, cuando los dos jóvenes mayores de edad entraron en el cajero de 'La Caixa' situado en el número 28 de la calle Guillem Tell del barrio de Sant Gervasi, con la intención de increpar y molestar a una indigente que estaba durmiendo allí, según informó el jefe de investigación de los Mossos en Barcelona, el inspector Josep Lluís Trapero. La mujer, María Rosario E.P., de 50 años y nacida en Barcelona, consiguió cerrar el pestillo de la puerta pero, unas tres horas después, hacia las 4 de la madrugada, el menor se acercó al cajero y pidió a la indigente que le abriera para poder sacar dinero. Ella accedió a su petición y le abrió sin saber que conocía a los otros dos individuos.  

Tras realizar la operación bancaria, el menor abrió la puerta para que los otros dos jóvenes pudiesen entrar en el cajero. Según recogieron las cámaras de seguridad, los tres chicos apalearon a la mujer y la dejaron tendida en el suelo. Unos instantes después, uno de ellos entró con una garrafa de disolvente que había conseguido en unas obras próximas, rociaron a la víctima con el líquido y, finalmente, le prendieron fuego.  La mujer sufrió graves contusiones y quemaduras de segundo y tercer grado en el 65% de su cuerpo, por lo que fue trasladada al Hospital de la Vall d'Hebron, donde murió el sábado por la mañana. Los Mossos fueron alertados de lo sucedido por la sala de seguridad de la entidad bancaria. Un total de 35 agentes participaron en el caso y tras unas intensas investigaciones y gracias a la grabación de la cámara de seguridad, los Mossos pudieron identificar a los jóvenes.

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