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Detienen el rescate de los desaparecidos mientras apuntalan los escombros de la pista de hielo de Baviera

La policía de la localidad bávara de Bad Reichenhall donde este lunes se derrumbó el techo de un pabellón de deportes, ha identificado hasta ahora a once víctimas mortales del siniestro, la mayoría son niños y adolescentes.  La búsqueda de los cuatro desaparecidos está detenida mientras se apuntalan los escombros, tarea que esperan terminar el miércoles por la mañana. Las esperanzas de encontrarles con vida son muy pequeñas, debido a las bajas temperaturas y el tiempo transcurrido.

La policía de la localidad bávara de Bad Reichenhall donde este lunes se derrumbó el techo de un pabellón de deportes, ha identificado hasta ahora a once víctimas mortales del siniestro, la mayoría son niños y adolescentes.  La búsqueda de los cuatro desaparecidos está detenida mientras se apuntalan los escombros, tarea que esperan terminar el miércoles por la mañana. Las esperanzas de encontrarles con vida son muy pequeñas, debido a las bajas temperaturas y el tiempo transcurrido.

L D (Agencias) Un portavoz de la policía en esta zona de los Alpes bávaros dijo que los desaparecidos son una mujer y tres menores de entre 12 y 16 años, aunque su búsqueda tendrá que esperar hasta el miércoles por la mañana, cuando hayan sido apuntalados los escombros y se pueda acometer el rescate sin riesgo para los equipos. Las víctimas identificadas son dos niños y cuatro niñas, de siete, ocho, doce y trece años, dos adolescentes y la madre de una de las menores. Una de las niñas fue encontrada con vida, pero murió en el hospital lo que hizo pensar en un principio que los muertos confirmados eran once, pues se creyó que la menor estaba registrada sólo entre los rescatados. Se han registrado 34 supervivientes, 18 de los cuales están hospitalizados con lesiones graves.

La reanudación del rescate de los últimos desaparecidos en el derrumbamiento del pabellón deportivo se demorará  hasta el miércoles por la mañana. Las labores no se retomarán hasta que no exista completa seguridad de que no peligra la vida de quienes participan en el rescate, explicó un portavoz policial. Para ello deberán quedar ensambladas varias grúas especialmente desplazadas hasta esa población bávara. Los trabajos de desescombro quedaron interrumpidos sobre las 15.00 GMT del martes por existir peligro de derrumbe, ya que se había observado que las paredes laterales habían cedido varios centímetros. Se preveía que pudieran reanudarse sobre las 17.00 GMT, pero el trayecto por carretera de la maquinaria especial y las nevadas dificultan las operaciones. Por la mañana se había advertido ya de la posible interrupción de las operaciones debido a problemas estáticos.

 

No para de nevar

Angela Merkel llamaba a no perder las esperanzas mientras quede un sólo desaparecido. "Sabemos que la búsqueda de supervivientes es una carrera contra el tiempo", dijo, pero no hay que ceder mientras exista una sola posibilidad.

El primer ministro bávaro, Edmund Stoiber, tras visitar las inmediaciones del recinto y expresar su dolor y condolencia a los familiares de las víctimas, declaró a la prensa que "no es momento ahora de buscar responsabilidades, sino de ayudar". "Lo ocurrido será evaluado por los técnicos mañana o pasado mañana, ahora es el momento de ayudar", destacó Stoiber, quien agradeció la "labor incansable" y la "solidaridad inconmensurable" de los equipos de rescate, que durante toda la noche han trabajado "sin esperar a un relevo". Stoiber aludió, con su advertencia sobre las responsabilidades, a las informaciones acerca de la presunta negligencia por parte de los responsables del recinto y las autoridades locales, ya que al parecer hubo indicios de que amenazaba derrumbe.

La fiscalía del distrito, en Traunstein, ha abierto una investigación sobre el caso, después de difundirse que media hora antes del hundimiento  se canceló el entrenamiento de un equipo de hockey juvenil, al parecer por problemas de seguridad, pero no se desalojó al resto de visitantes, unos 60 en ese momento.

Hasta 700 personas, entre policías, protección civil, bomberos, miembros del ejercito alemán, de la Cruz Roja y de la Cruz de Malta, han llegado a participar en las labores de rescate que continuaron durante toda la noche del martes, pese a que la nieve no dejó de caer. 

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