(Libertad Digital) La eliminación del impuesto de Donaciones pasa por la bonificación del 99 por ciento de la cuota del impuesto, dejando el 1 por ciento restante como elemento de control tributario. El aumento en la reducción de la base imponible sobre el Impuesto de Sucesiones operará para los Grupos I y II (padres, hijos, cónyuges y parejas de hecho), de modo que no tendrán que tributar por este impuesto el 95 por ciento de los contribuyentes de estos grupos. Solo tributarán aquellos cuyas herencias superen los 100.000 euros, una vez descontadas las reducciones de vivienda habitual, empresa familiar y seguros de vida. Pero también estos se benefician de las medidas fiscales del Gobierno Aguirre, ya que no tendrán que tributar por los primeros 100.000 euros de su herencia.
Por otro lado, los madrileños podrán aplicarse hasta siete deducciones fiscales en el IRPF en su próxima declaración. Así, los jóvenes menores de 35 años que accedan a una vivienda en régimen de alquiler podrán aplicarse una deducción sobre el 20 por ciento de las cantidades destinadas al arrendamiento, hasta un máximo de 840 euros anuales. Igualmente, la Ley prevé distintos beneficios fiscales para paliar los gastos que generan el nacimiento o la adopción de hijos, así como el cuidado de menores, ancianos o personas con alguna discapacidad.
Las medidas incluyen una deducción del 15 por ciento en los donativos en las fundaciones que desarrollen actividades de carácter social o asistencial. El objetivo de la Comunidad de Madrid es fomentar así la participación ciudadana en las iniciativas particulares de carácter social. El año 2006 mantendrá el tipo reducido del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (el que grava a los inmuebles de segunda mano), del 4 por ciento, para las familias numerosas que alquilen su vivienda habitual. Esta medida beneficia a 140.000 familias madrileñas. Por último, en el Impuesto sobre el Patrimonio seguirá aplicándose el mínimo exento general en 112.000 euros, que será de 224.000 en el caso de contribuyentes con un grado de minusvalía igual o superior al 65 por ciento.