Menú

Tomás Pascual o cómo crear un imperio desde la nada

Hecho a sí mismo, Tomás Pascual ha contado que su primer negocio fue vender bocadillos en Aranda de Duero (Burgos) al paso de los trenes cuando aún era un niño. En poco más de 30 años consolidó uno de los grupos alimentarios más importantes con una facturación cercana a los mil millones de euros y una plantilla superior a los 4.000 empleados. Creó un imperio agroalimentario desde la nada.

Hecho a sí mismo, Tomás Pascual ha contado que su primer negocio fue vender bocadillos en Aranda de Duero (Burgos) al paso de los trenes cuando aún era un niño. En poco más de 30 años consolidó uno de los grupos alimentarios más importantes con una facturación cercana a los mil millones de euros y una plantilla superior a los 4.000 empleados. Creó un imperio agroalimentario desde la nada.
(Libertad Digital) Orgulloso  de  sus  humildes  orígenes, Tomás Pascual nació en 1926 y era el menor de nueve hermanos. Su padre, que regentaba una minúscula cantina-tienda en la estación de Aranda de Duero, no tenía dinero ni para comprar una cuna por lo que decía orgulloso que pasó sus primeros meses en una cesta de higos.
 
Dadas las dificultades económicas de la época, tuvo que aprender muy pronto a ganarse la vida. Sus primeros trabajos fueron junto a su padre: vender  bocadillos y gaseosas en los trenes que paraban en la estación de Aranda.
 
En 1938,  Tomás Pascual  tenía sólo doce años, pero ya alternaba el trabajo  con  la escuela. A partir de los dieciocho, recorría, primero en  bicicleta  y luego en moto, los pueblos de la zona visitando a minoristas  y  tomando  nota  de  sus  necesidades.  A  los  dos  días,  en un camión  alquilado, ya repartía los pedidos de sus iniciales clientes.
 
La  familia inició el negocio de coloniales con una  tienda aneja a la cantina y un pequeño almacén. "Con duro trabajo y sana  administración", como él mismo  decía, fue creciendo poco a poco hasta que, en 1950, en Aranda de Duero, constituyó su primera Sociedad. El  crecimiento del negocio le permitió ampliar sus actividades para crear, en 1966, la sociedad Pascual de Aranda S.A.
 
La primera leche de “larga vida”, envasada en tretrabrik
 
En  1969, según informa la propia compañía en un comunicado, la Caja de Ahorros Municipal de Burgos ofreció a Tomás Pascual la  compra de una cooperativa envasadora de leche en Aranda de Duero, que atravesaba serias dificultades económicas. Impulsado  por su vocación de trabajo y afán emprendedor, así como por el deseo  de  salvar  aquellos empleos,  aceptó  el desafío, dando lugar al nacimiento  de Leche Pascual S.A.
 
Poco después, logró que su empresa fuera la primera en España en vender leche pasteurizada, uperisada y en caja de cartón, además de producir yogures, zumos y huevos. Durante varios años mantuvo un litigio con la Administración española y los otros fabricantes de yogur para poder utilizar esa denominación en sus postres lácteos realizados con leche termizada, logro que consiguió en la etapa de Miguel Arias Cañete al frente del Ministerio de Agricultura.

Astuto, curioso, desconfiado, pícaro y tenaz dicen de él que, pese a haber delegado competencias en los últimos años en su hijo Tomás, ha seguido al pie del cañón en todas las decisiones importantes con una dedicación diaria de 14 horas a la empresa. Su buen humor le llevó a decir, cuando el ex ministro de Economía Rodrigo Rato le hizo entrega del galardón de Empresario del Año 2003 que concede la revista "Actualidad Económica", que "sois todos muy buena gente porque tomáis muy buena leche".

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios