LD (EFE) Tras la expansión registrada en 2004, en que el mundo creció un 4 por ciento, 2005 terminó con una desaceleración que le llevó un crecimiento del 3,2 por ciento, según los datos preliminares. Para este año, apunta la ONU, se espera un leve repunte hasta el 3,3 por ciento, si bien la evolución entre las distintas áreas geográficas y económicas será muy dispar.
La economía que más contribuye a la riqueza mundial, los Estados Unidos, experimentará en 2006 un crecimiento moderado que rondará el 3,1 por ciento, según las previsiones de la ONU. Con todo, el aumento de su producción será mayor que el europeo, continente que acrecentará su producción en un magro 2,1 por ciento. Por el contrario, las previsiones para la economía española son ciertamente optimistas, ya que prevé un crecimiento del 3,6 por ciento, tres décimas por encima de lo estimado por el Gobierno.
Remitirá la pobreza
No obstante, los grandes protagonistas del crecimiento este año no serán los países que contribuyen con una mayor producción, sino los subdesarrollados, para quienes las Naciones Unidas prevén un crecimiento del 5,6 por ciento. Con gran diferencia, las economías que más crecerán son las que con más decisión se están incorporando a la globalización: China, con un 8,3 por ciento, e India, con un 6,8 por ciento. El resto de países de Asia oriental y meridional crecerá a una tasa media de un cinco por ciento.
América Latina, con un crecimiento previsto de su riqueza de un 3,9 por ciento, se mantendrá "relativamente rezagada", apunta el informe, en tanto que África mantendrá un sólido incremento de un 5,5 por ciento. La ONU reconoce que el aumento de la producción contribuirá, como lo ha estado haciendo en las últimas décadas, a reducir la pobreza en el mundo. En algunas áreas incluso se logrará uno de los llamados Objetivos del Milenio, que consiste en reducir la pobreza a la mitad en 2015. Quedará excluida África, el continente menos integrado en el comercio mundial.
Petróleo y agricultura
Según explica el informe, gran parte de la próspera situación económica de los países en desarrollo ha sido consecuencia de los altos precios de exportación de los productos como el petróleo y los bienes agrícolas, "que posiblemente no serán sostenibles a largo plazo". La ONU ha advertido a los países que importan energía, que deben dejar de subvencionar los precios para proteger al consumidor final, dado que "estas medidas se tornan cada vez menos viables, debido a la persistencia de los altos precios". En su lugar, deben centrarse en mejorar su eficiencia y en desarrollar fuentes alternativas de energía.
A los exportadores, por su parte, aunque siguen beneficiándose de los altos precios del crudo, sufren presiones inflacionarias y apreciaciones en sus tasas de cambio. Por ello, el reto de su política macroeconómica es tratar de convertir estos ingresos extraordinarios en inversiones para el desarrollo económico y humano.
La ONU aprovecha este informe para advertir de las amenazas que se ciernen sobre el crecimiento mundial, y especialmente del peligro de que se produzca "un ajuste desordenado" de los crecientes desequilibrios que padecen algunos países ricos. Menciona, en concreto, a Estados Unidos, cuyo déficit en cuenta corriente sobrepasó el año pasado los 88.000 millones de dólares. Otro peligro es el estallido de una pandemia mundial de gripe aviar, lo que podría tener un coste para la economía de 800.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.