L D (Agencias) La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, dijo que "la ayuda está en camino, llegará por tierra, mar y aire. Pronto estaréis a salvo", informó Efe.
"Se emplearán todos los recursos del Gobierno para llevar la mayor ayuda y lo más rápido posible. Toda la Fuerza Naval de Visayas (región de Filipinas donde ha ocurrido la catástrofe) está volcada en salvar a sus compatriota", apuntó Macapagal Arroyo. Buques transportarán por mar a Saint Bernard alimentos básicos, medicina y ropa para los damnificados, por tierra acudirá la 8 División de Infantería y por el aíre helicópteros para trasladar heridos, evacuar personas y descargar ayuda.
La gobernadora de la provincia de Leyte, Rosette Lerias, dijo que la situación "sigue siendo muy peligrosa" porque no ha parado de llover y se pueden producir nuevos deslizamientos de tierra. Lerias explicó que las tareas de rescate se suspendieron sobre las 18.30 hora local (10.30 GMT) porque con la caída de la noche y la ausencia de corriente eléctrica hacía imposible continuar con los trabajos.
Asimismo, informó a la mandataria filipina por teléfono en el mismo programa de que habían recobrado diecinueve cadáveres en Saint Bernard y de que se encontraban hospitalizadas 53 personas. Lerias calculó que Saint Bernard tendría unos 3.000 residentes, pero se desconoce cuántos de ellos se encontraba esta mañana en la población cuando ocurrió el alud.
Intensas lluvias
La Cruz Roja de Filipinas ha dicho que investiga las informaciones de los medios locales que hablan de 200 muertos y 1.500 desaparecidos. La gobernadora Lerias precisó que se produjo un pequeño movimiento telúrico antes del alud.
No obstante, el presidente del Consejo Coordinador de Desastres Naturales, Avelino Cruz, presente en el espacio televisivo, atribuyó la tragedia a las intensas precipitaciones caídas en esa región filipina en las últimas dos semanas. A pesar de que Filipinas se encuentra en su estación seca (diciembre-mayo), varios frentes lluvioso han penetrado en el país desde enero, algo que los meteorólogos culpan al fenómeno climatológico de La Niña.