LD (EFE) La cadena de televisión local Tolo TV informó de que al menos siete personas han perdido la vida y otras 36 están heridas en el motín que ha estallado en la cárcel ubicada a en la localidad de Pul-i-Charkhi, a las afueras de Kabul.
Los intentos de negociación han fracasado hasta el momento y frente a la cárcel se han apostado soldados afganos con tanques y numerosos agentes policiales, mientras crece la tensión conforme pasan las horas.
El general Asir Azimi, portavoz del Ministerio de Defensa, ha declarado que "si no aceptan negociar, tendríamos que entrar por fuerza y entonces sí que habrá heridos". Por su parte, el viceministro afgano de Justicia, Qasim Hashimi, dijo que la rebelión se inició después de que algunos presos protestaran contra la decisión de las autoridades de otorgarles nuevos uniformes de color azul.
Un preso talibán se opuso a esta medida y, según Hashimi, instigó a los demás para que no aceptasen el cambio, y finalmente se contagió la rebelión. Varios de los detenidos consiguieron salir de sus calabozos y entrar en la zona en la que se encuentran las celdas de las mujeres.