LD (EFE) Así lo declaró hoy a periodistas el presidente de YPFB, Jorge Alvarado, que también indicó que esas conversaciones no serán obstaculizadas por la renuncia que anunció el pasado martes el máximo ejecutivo de Andina, filial boliviana de Repsol YPF, el español Julio Gavito.
Andina, Gavito y otros ejecutivos de la empresa están siendo investigados por la fiscalía por una denuncia de contrabando de petróleo, pero ese proceso tampoco afectará a las nuevas inversiones, dijo Alvarado.
Los proyectos nuevos que analizan las dos petroleras desde mediados de febrero pasado son un gasoducto en el centro de Bolivia, una planta de procesamiento de gas y una instalación para fabricar urea. Los dos primeros demandarán una inversión de cerca de 150 millones de dólares, mientras que para la planta de urea (fertilizante nitrogenado sólido derivado del petróleo) aún no se ha hecho un cálculo, aunque técnicos de Repsol anticiparon que "sería la más grande del mundo", dijo Alvarado.
Según conversaciones preliminares, YPFB y Repsol serán socias en esas iniciativas, en el marco del nuevo rol que tendrá la petrolera estatal en el sector de hidrocarburos, por decisión del nuevo presidente boliviano, Evo Morales. Alvarado insistió en que las conversaciones para nuevas inversiones no se frenarán por las denuncias contra Andina y Gavito, que llevaron a la detención de éste la semana pasada y han tensado las relaciones de Bolivia con España. "Eso no tiene nada que ver. Ese es un problema de la empresa con el poder judicial, de suerte que en las negociaciones no puede influir ese aspecto", apuntó.
El plan de nacionalización energética del Gobierno boliviano
Andina, Gavito y otros ejecutivos de la empresa están siendo investigados por la fiscalía por una denuncia de contrabando de petróleo, pero ese proceso tampoco afectará a las nuevas inversiones, dijo Alvarado.
Los proyectos nuevos que analizan las dos petroleras desde mediados de febrero pasado son un gasoducto en el centro de Bolivia, una planta de procesamiento de gas y una instalación para fabricar urea. Los dos primeros demandarán una inversión de cerca de 150 millones de dólares, mientras que para la planta de urea (fertilizante nitrogenado sólido derivado del petróleo) aún no se ha hecho un cálculo, aunque técnicos de Repsol anticiparon que "sería la más grande del mundo", dijo Alvarado.
Según conversaciones preliminares, YPFB y Repsol serán socias en esas iniciativas, en el marco del nuevo rol que tendrá la petrolera estatal en el sector de hidrocarburos, por decisión del nuevo presidente boliviano, Evo Morales. Alvarado insistió en que las conversaciones para nuevas inversiones no se frenarán por las denuncias contra Andina y Gavito, que llevaron a la detención de éste la semana pasada y han tensado las relaciones de Bolivia con España. "Eso no tiene nada que ver. Ese es un problema de la empresa con el poder judicial, de suerte que en las negociaciones no puede influir ese aspecto", apuntó.
El plan de nacionalización energética del Gobierno boliviano
El gobierno boliviano última un plan de nacionalización del gas y el petróleo que puede estar listo en la primera quincena de abril, antes del plazo máximo fijado por Morales, el 12 de julio. Alvarado ratificó este jueves que parte del plan consiste en que las empresas extranjeras firmen nuevos contratos para actuar en Bolivia, y en acciones "para la recuperación física de todos los hidrocarburos".
Esa medida supondrá que empleados de YPFB trabajarán y tomarán medidas de fiscalización en los yacimientos junto con los técnicos de las firmas privadas, pero "en la parte operativa van a continuar las empresas", apuntó. El presidente de YPFB también ratificó la intención de aumentar la participación estatal en las empresas privatizadas parcialmente durante la década pasada, para tener más del 50 por ciento, aunque descartó que sea a través de la compra de acciones.
Esa medida supondrá que empleados de YPFB trabajarán y tomarán medidas de fiscalización en los yacimientos junto con los técnicos de las firmas privadas, pero "en la parte operativa van a continuar las empresas", apuntó. El presidente de YPFB también ratificó la intención de aumentar la participación estatal en las empresas privatizadas parcialmente durante la década pasada, para tener más del 50 por ciento, aunque descartó que sea a través de la compra de acciones.