Calvo anunció que el Gobierno no había descartado pujar por las vigas, "con el dinero de los españoles" pero que el Ejecutivo estaba haciendo las cosas "bien hechas", con la ley nacional e internacional en la mano. Recordó asimismo que el origen de estas piezas no es del patrimonio público sino de la Iglesia Católica, concretamente, del Cabildo Catedralicio de la Mezquita Catedral de Córdoba. "Estoy tranquila como ministra porque estas piezas no son del patrimonio público y esto también debe tranquilizar mucho a los ciudadanos", confesó la titular de Cultura, quien pidió "discreción" para intentar encontrar otras vías de diálogo con el Gobierno británico y con la casa de subastas Christie's.
El Cabildo Catedralicio de Córdoba se congratuló de la suspensión y consideró que con ello se gana tiempo para acreditar y demostrar sus derechos sobre las piezas. En rueda de prensa, el canónigo Fernando Cruz Conde, uno de los dos que viajó a Londres para intentar paralizar la venta al mejor postor de las vigas, que se iba a producir mañana, dijo que "hemos conseguido tiempo para, con calma, dialogar, seguir negociando y determinar cómo salieron las vigas de la Catedral y quién tiene derechos sobre ellas".
Añadió que esta institución está absolutamente convencida de que es la propietaria legítima de las piezas: "El cabildo cree que tiene título de propiedad sobre esas vigas", apostilló Cruz Conde, quien ha sido designado delegado del Cabildo para la negociación de este asunto.