La Policía sospecha que los tres formaban parte de una amplia red de "carteros" y encubridores que los investigadores están tratando de desmontar gracias a los "pizzini" intervenidos. En las cartas de líderes mafiosos locales encontradas en la casa, se abordan cuestiones como la gestión de contratas públicas y aparecen muchos nombres que hasta ahora habían estado fuera de las investigaciones de los fiscales sicilianos, según fuentes de la policía.
Las últimas detenciones las han ordenado la Fiscalía de Palermo y la Dirección Nacional Antimafia, y han sido ejecutadas por el mismo grupo de agentes que el martes detuvo al número uno de la "Cosa Nostra". El jefe supremo de la mafia siciliana, por cuya captura había una recompensa de 2,5 millones de euros, vivía en las inmediaciones de su pueblo natal, en la comarca siciliana de Corleone, en una vieja casa de campo cuyo propietario, un pastor, Giovanni Marino, fue arrestado poco después de la captura de Provenzano.
Oculto con varias Biblias y una máquina de escribir
Las pistas indican que el "capo dei capi" se ocultaba desde hace un año en esa casona, donde había varias copias de la Biblia y la máquina que utilizaba para escribir sus famosos "pizzini", en los que siempre daba "gracias a Dios", al que confiaba su protección y la de sus destinatarios. Además, contaron que el capo vivía solo en las tres habitaciones de la vivienda y que tenía las ventanas tapadas con plásticos para no dejar ver la luz del interior.
En la casa, que tenía un patio abierto, había una televisión, una estufa eléctrica y un hornillo, también eléctrico, para cocinar. Además, se ha encontrado un ejemplar del libro "La Acción. Técnica de lucha anti-crimen", escrito por el coronel de los Carabinieri Sergio de Caprio, más conocido como "capitán Ultimo". De Caprio fue uno de los artífices de la captura en 1993 del predecesor de Provenzano en la cúpula de Cosa Nostra, Salvatore "Totó" Riina, que cumple cadena perpetua.
Los paquetes que recibía, la "pista justa"
"Siguiendo esta pista se llegó a la casona, en la que sólo ayer (martes) por la mañana tuvimos la certeza de que era él", indicó.
El "padrino" estaba en una casa de campo a unos dos kilómetros de Corleone, desde la que movía en la clandestinidad los hilos de la histórica mafia siciliana, que según las autoridades contaba en la última década con unos 130 clanes que proporcionaban un "ejército" de 50.000 afiliados.