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El hombre que mató a su pareja de 49 puñaladas "sabía lo que hacía"

Los peritos que examinaron a Francisco Javier M.C., acusado de matar a su pareja al asestarle 49 puñaladas en zonas no vitales en abril de 2004, han determinado que "sabía lo que hacía" cuando acuchilló a la víctima, aunque le han diagnosticado un trastorno esquizotípico que le imposibilita evitar sus actos pero no le impide ser consciente de ellos. El psiquiatra y la psicóloga dijeron que el acusado es una persona obsesionada con la culpa y que se extraña de sí mismo.

L D (Europa Press) En el juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia de Madrid, los peritos, que trataron al acusado en los meses posteriores a los hechos, los especialistas dijeron que su paciente tiene un sentimiento religioso muy profundo que le lleva a sentirse bien en prisión, donde sólo lee la Biblia. Asimismo, puntualizaron que todos estos rasgos son característicos de un trastorno esquizotípico grave que en cualquier momento se puede descompensar.

El encausado comenzó a ponerse nervioso durante la vista oral, que tuvo que ser interrumpida en varias ocasiones durante la comparecencia de los médicos, ya que Francisco Javier comenzó a romperse la camisa que vestía y se golpeó la cabeza con una de las paredes de la Sala en la que se celebra el juicio e incluso llegó a tirarse al suelo. Fue entonces cuando varios familiares de la víctima, entre ellos dos de sus hijos y su ex marido, increparon al procesado, lo que provocó la alerta de los agentes de la Policía Nacional presentes .

El médico forense que practicó la autopsia a la fallecida explicó que la mujer recibió 58 puñaladas, 49 de ellas penetrantes, las primeras en la zona del tórax, y confirmó que la víctima murió desangrada porque ninguna de las heridas que presentaba era de mortal necesidad.

El fiscal mantuvo su solicitud de 20 años de prisión para el procesado, después de la exposición de pruebas, como autor de un delito de asesinato con la atenuante de enajenación mental, mientras que la acusación particular reclamó la imposición de una pena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato sin la concurrencia de ninguna atenuante.

Tanto el Ministerio Público como la acción particular consideran acreditado que el 26 de abril de 2004 el procesado tras discutir con su mujer en el domicilio conyugal, sito en Getafe, cogió un cuchillo de cocina y le propinó un total de 49 puñaladas, ninguna de ellas de mortal necesidad, por lo que la víctima falleció desangrada.

El letrado del imputado, que al principio no había presentado escrito de defensa, pidió la libre absolución de su patrocinado pero su ingreso en un centro psiquiátrico donde pueda ser tratado del trastorno mental que padece.

Al finalizar la explicación de las conclusiones finales, la magistrada presidente otorgó al procesado la oportunidad de decir unas últimas palabras, ocasión que aprovechó Francisco Javier para pedir perdón a los familiares de la víctima, igual que hizo el primer día de juicio durante su interrogatorio. "Pido perdón a la familia de mi pareja. Yo estaba muy mal ese día. Todo fue una cosa de la cabeza. Yo la quería y la maté", sentenció el encausado.

Los miembros del tribunal popular que desde el pasado viernes enjuician los hechos recibirán el miércoles el objeto del veredicto y, a partir de entonces, tendrán un total de dos días para debatir si el procesado es culpable o no de la muerte de su mujer.

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