L D (Agencias) El Gobierno español considera que la reunión mantenida este viernes en Viena por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, impulsa el diálogo y la negociación entre los dos países como el mejor camino para resolver las diferencias. Esto es nada nuevo con respecto a lo ya acordado por el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, en su reciente viaja a La Paz al frente de una delegación española. (Ampliación)
Zapatero y Morales se reunieron durante tres cuartos de hora, en el marco de la IV Cumbre UE-América Latina y Caribe, para exponer sus puntos de vista sobre las consecuencias del decreto de nacionalización de hidrocarburos en Bolivia. En conferencia de prensa al término de la IV cumbre UE-América Latina y Caribe, Rodríguez Zapatero resumió así su encuentro con Morales y expresó su confianza en que la negociación entre Bolivia y las empresas afectadas por la nacionalización de los hidrocarburos concluya con un acuerdo "bueno para Bolivia y bueno para España".
Zapatero subrayó que la negociación debe basarse en el principio de que Bolivia tiene derecho a tener una política de hidrocarburos que "puede resultar útil", pero también en el de que "toda inversión necesita una razonable rentabilidad". "Ha sido un encuentro positivo, sincero y clarificador", dijo Zapatero tras la entrevista que se celebró después de que el presidente boliviano le hiciera llegar una carta explicando que nunca acusó al Gobierno de España de incumplir sus compromisos con Bolivia, sino que expresó la esperanza de que la ayuda al desarrollo y la condonación de la deuda sea "una pronta realidad".
En su opinión, se trata de una carta "significativa y aclaratoria" que marca el camino a seguir tras el decreto de nacionalización y establece que las decisiones futuras se adoptarán de manera bilateral entre el Ejecutivo boliviano y las empresas. Para Zapatero, debe ser una negociación "a fondo" bajo el principio de que "Bolivia tiene derecho a tener una política de recursos naturales que puede resultar útil y con el principio elemental de que la inversión necesita una razonable rentabilidad". Preguntado por si se considera "aliado estratégico" de Morales, Zapatero aseguró que "todos los países, todos los gobiernos y todos los pueblos, especialmente de Latinoamérica son aliados de España", y que esta relación de "aliados y amigos debe preservarse por encima de todo".
Respecto a la carta que Evo Morales remitió este viernes al Gobierno español en la que niega decir lo que dijo este jueves, las fuentes españolas subrayaron que "el espíritu del texto es evidente". Según esta fuentes el Ejecutivo español conocía este jueves la intención de Morales de remitir esa carta e insinuaron que, por ello, no hubo una respuesta inmediata a las declaraciones de Morales en las que lamentaba que Zapatero no hubiera cumplido aún las promesas que había contraído con él respecto a la duplicación de la ayuda a la cooperación y a la condonación de la deuda. Sin embargo, esta fuentes olvidan que Exteriores se apresuró a sacar una nota detallando la ayuda española a Bolivia, poco después de las declaraciones de Morales. (Ampliación).
Zapatero y Morales se reunieron durante tres cuartos de hora, en el marco de la IV Cumbre UE-América Latina y Caribe, para exponer sus puntos de vista sobre las consecuencias del decreto de nacionalización de hidrocarburos en Bolivia. En conferencia de prensa al término de la IV cumbre UE-América Latina y Caribe, Rodríguez Zapatero resumió así su encuentro con Morales y expresó su confianza en que la negociación entre Bolivia y las empresas afectadas por la nacionalización de los hidrocarburos concluya con un acuerdo "bueno para Bolivia y bueno para España".
Zapatero subrayó que la negociación debe basarse en el principio de que Bolivia tiene derecho a tener una política de hidrocarburos que "puede resultar útil", pero también en el de que "toda inversión necesita una razonable rentabilidad". "Ha sido un encuentro positivo, sincero y clarificador", dijo Zapatero tras la entrevista que se celebró después de que el presidente boliviano le hiciera llegar una carta explicando que nunca acusó al Gobierno de España de incumplir sus compromisos con Bolivia, sino que expresó la esperanza de que la ayuda al desarrollo y la condonación de la deuda sea "una pronta realidad".
En su opinión, se trata de una carta "significativa y aclaratoria" que marca el camino a seguir tras el decreto de nacionalización y establece que las decisiones futuras se adoptarán de manera bilateral entre el Ejecutivo boliviano y las empresas. Para Zapatero, debe ser una negociación "a fondo" bajo el principio de que "Bolivia tiene derecho a tener una política de recursos naturales que puede resultar útil y con el principio elemental de que la inversión necesita una razonable rentabilidad". Preguntado por si se considera "aliado estratégico" de Morales, Zapatero aseguró que "todos los países, todos los gobiernos y todos los pueblos, especialmente de Latinoamérica son aliados de España", y que esta relación de "aliados y amigos debe preservarse por encima de todo".
Respecto a la carta que Evo Morales remitió este viernes al Gobierno español en la que niega decir lo que dijo este jueves, las fuentes españolas subrayaron que "el espíritu del texto es evidente". Según esta fuentes el Ejecutivo español conocía este jueves la intención de Morales de remitir esa carta e insinuaron que, por ello, no hubo una respuesta inmediata a las declaraciones de Morales en las que lamentaba que Zapatero no hubiera cumplido aún las promesas que había contraído con él respecto a la duplicación de la ayuda a la cooperación y a la condonación de la deuda. Sin embargo, esta fuentes olvidan que Exteriores se apresuró a sacar una nota detallando la ayuda española a Bolivia, poco después de las declaraciones de Morales. (Ampliación).
Rajoy exige que se cumpla la ley
Antes de celebrarse la reunión, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, pedía a Rodríguez Zapatero que exigiese en Viena a Evo Morales que "no tome decisiones unilateralmente, que respete la ley, así como los acuerdos y los derechos de los españoles en Bolivia” y que, en caso de no obtener una decisión satisfactoria, acuda a los tribunales, “porque lo que ha hecho es lisa y llanamente ilegal". "Lo sabe Morales y lo sabe el Gobierno de España, y debe recabar la solidaridad de nuestros socios europeos, porque Europa es una democracia y los países europeos son democracias europeas, son civilizadas, son liberales, se cumplen en ellos las reglas de juego y hay seguridad jurídica. Y no podemos aceptar que el capricho o las decisiones de algunos totalitarios afecten a los convenios o a los acuerdos suscritos", apostilló.
Tras recordar las declaraciones vertidas este jueves por el presidente boliviano contra nuestro país, que este viernes ha dicho en una carta que no las había pronunciado, Rajoy ha señalado que el Gobierno español no puede aceptar estos insultos y "humillaciones" sino que ha de defender los intereses de los españoles y sus empresas, porque son éstas las que generan riqueza, bienestar, quienes dan empleo y contribuyen a la mejora general de España. Para el líder popular, estos hechos y los continuos elogios del Ejecutivo español a dirigentes como el propio Morales y Chávez, ponen de manifiesto que la política exterior española es una "bofetada" al sentido común y a la lógica.