(Libertad Digital) Dijo que los "españoles ven que proliferan presuntas naciones y realidades nacionales de nueva planta" y "ven que se ha derribado alegremente el consenso constitucional, que han desaparecido todos los equilibrios de la Transición y que se busca la satisfacción preferente de los nacionalistas", informa Efe. "No escucha al Consejo de Estado ni consulta al Tribunal Constitucional y se menosprecia la opinión de los ciudadanos", matizó el máximo dirigente del PP, quien agregó que "aparecen poderes paraestatales con vocación de cosoberanía" y ahora "son los estatutos los que señalan las competencias del Estado".
"Son las comunidades autónomas -continuó Mariano Rajoy- las que pretenden dictaminar las prioridades inversoras y, como consecuencia de todo ello, surgen vetos a la solidaridad y se extingue la igualdad de los ciudadanos". Por todo ello advirtió de que "la gente se inquieta" porque "percibe que en España, además de un cambio de gobierno, hay modificaciones que afectan a la nación, a la soberanía, a la unidad y a la igualdad de los españoles".
"Sobre esas modificaciones nadie ha solicitado la opinión de los ciudadanos, ni éstos han delegado su autoridad soberana en nadie", alertó Rajoy, quien presentó esta petición junto a 4.028.396 de firmas que ha recabado el PP en toda España desde el 31 de enero. Destacó la importancia de que los españoles "digan si desean o no conservar su nación, su soberanía y su unidad en las mismas condiciones en que estaban cuando Zapatero accedió al poder".
"Y esto sin equívocos, sin ambigüedades, sin juegos de palabras, sino llamando a las cosas como se las ha llamado desde 1978", afirmó Rajoy, quien aseguró que "nada justifica que la unidad, la soberanía y la igualdad sufra cambios porque cambie el Gobierno". Advirtió de que "si ha de haber cambios en la unidad, soberanía, unidad e igualdad entre los españoles nadie entendería que no estuviera refrendado por todos los españoles". "Es razonable querer conocer la opinión de quienes son los propietarios legítimos de todo el país, no de esta o aquella parcela, comunidad, señorío, condado o cortijo, sino de los propietarios legítimos de todo el país", insistió.
"Voladura del consenso constitucional"
Rajoy aseguró que las reformas estatutarias que "patrocina y sustenta el Gobierno significan la voladura del consenso constitucional de 1978 a espaldas de los ciudadanos". Recalcó que los españoles "perciben que estos cambios reducen su soberanía o la parcelan o simplemente la vacían de contenido real", al tiempo que "adelgazan el poder del Estado, reducen su eficacia y anulan su capacidad para intervenir en la vida nacional".
En opinión de Mariano Rajoy, existe la "convicción extendida" de que "estas reformas, estas aventuras, estos experimentos, no los reclama nadie que sea numéricamente significativo" sino que, precisó, son "puros antojos de un gobernante desorientado" para "dar gusto a sus socios" y que "piensa que puede cambiar las estructuras del Estado como quien cambia muebles en La Moncloa". Rajoy afirmó que ante una "demanda tan legítima, tan en razón, con un respaldo tan vigoroso", en referencia a la petición de un referéndum nacional, "no podemos imaginar que un gobierno democrático se oponga y la rechace".
A su juicio, la decisión de rechazar esta petición de los populares "derribaría por los suelos todas las proclamas sobre el diálogo y el deseo de escuchar la voz de los ciudadanos". Por ello dijo confiar en que el Gobierno "sepa estar a la altura de sus responsabilidades". La pregunta que el PP pide que se someta a un referéndum nacional es: "¿Considera conveniente que España siga siendo una única Nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos y obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?".
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Ha asegurado que los populares mintieron durante su campaña de recogida de firmas al vender a los ciudadanos de que se trataba de un "referéndum de españoles para que no haya referéndum de catalanes", al tiempo que preguntaba al PP "por qué" someten a debate público la unidad de España, si para "cuestionarla" o para "debilitarla".
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