L D (EFE) El noruego tuvo que esforzarse para superar en la línea de meta al resto de velocistas, pero también para llegar bien colocado a los últimos kilómetros tras una jornada muy dura para los participantes en la Volta. La montaña y el viento provocó una selección natural de la que muchos corredores se quedaron descolgados al no poder aguantar el ritmo que impusieron los equipos para evitar una nueva fuga como la protagonizada un día antes por el español Luis Pérez (Andalucía Paul Versan).
Las formaciones ProTour querían evitar una nueva gesta de los rivales de categoría Continental Profesional y preferían jugarse el triunfo entre ellas al esprint. El primer tirón se produjo ya en el kilómetro cinco con otros tantos corredores en un grupo en el que se encontraba un ilustre como Francisco Mancebo (AG2R). Después de 35 kilómetros de escapada, las diferencias se habían situado en diez minutos, momento en el que Mancebo abandonó la aventura, porque lo suyo es prepararse para el Tour de Francia.
El grupo de cabeza fue perdiendo efectivos a medida que se acumulaba el cansancio en las piernas y que las referencias confirmaban que el pelotón iba en serio. A cuarenta kilómetros de la meta ya sólo quedaban delante dos corredores, el francés Stephane Auge (Cofidis) y el italiano Manuel Quinziato (Liquigas). El pelotón, sin embargo, no estaba dispuesto a perdonar por segundo día consecutivo y, en el kilómetro 164, Auge y Quinziato eran absorbidos por sus perseguidores.
La etapa se iba a decidir al esprint, aunque todavía hubo algún tirón, especialmente de los Kaiku, que confirmaban el hambre con el que los equipos de categoría Continental Profesional han llegado a esta Volta. En el esprint, el mejor fue Thor Hushovd, quien ya ganó el pasado año en esta misma prueba una etapa con llegada en masa, la que cerraba la carrera en Barcelona. Esta vez, Hushovd necesitó que pasaran menos jornadas para hacerse con el triunfo, el tercero de la temporada, y está a tiempo de repetir antes de que concluya la ronda.
El noruego, con un registro de cuatro horas, 16 minutos y 14 segundos, ha sido más rápido que el austriaco René Haselbacher, que acabó segundo, y que el sudafricano Robert Hunter, tercero. Además, las bonificaciones le permitieron situarse al frente de la clasificación general con el mismo tiempo que Hunter -ocho horas, 28 minutos y 34 segundos-, beneficiado también por ese premio añadido gracias a su tercera posición en la línea de meta. El suizo Fabian Cancellara, que hasta ahora presumía de liderato, se ha visto relegado a la tercera posición, aunque lo suyo también es prepararse para el Tour de Francia.
La etapa decisiva de la Vuelta es la de este jueves, en la que los corredores abandonarán la Costa Dorada para adentrarse en los Pirineos andorranos. La llegada en alto a la estación de esquí de Vallnord, un puerto de categoría especial al que se llega tras superar otro de primera y dos de segunda, aclarará notablemente la general.
Las formaciones ProTour querían evitar una nueva gesta de los rivales de categoría Continental Profesional y preferían jugarse el triunfo entre ellas al esprint. El primer tirón se produjo ya en el kilómetro cinco con otros tantos corredores en un grupo en el que se encontraba un ilustre como Francisco Mancebo (AG2R). Después de 35 kilómetros de escapada, las diferencias se habían situado en diez minutos, momento en el que Mancebo abandonó la aventura, porque lo suyo es prepararse para el Tour de Francia.
El grupo de cabeza fue perdiendo efectivos a medida que se acumulaba el cansancio en las piernas y que las referencias confirmaban que el pelotón iba en serio. A cuarenta kilómetros de la meta ya sólo quedaban delante dos corredores, el francés Stephane Auge (Cofidis) y el italiano Manuel Quinziato (Liquigas). El pelotón, sin embargo, no estaba dispuesto a perdonar por segundo día consecutivo y, en el kilómetro 164, Auge y Quinziato eran absorbidos por sus perseguidores.
La etapa se iba a decidir al esprint, aunque todavía hubo algún tirón, especialmente de los Kaiku, que confirmaban el hambre con el que los equipos de categoría Continental Profesional han llegado a esta Volta. En el esprint, el mejor fue Thor Hushovd, quien ya ganó el pasado año en esta misma prueba una etapa con llegada en masa, la que cerraba la carrera en Barcelona. Esta vez, Hushovd necesitó que pasaran menos jornadas para hacerse con el triunfo, el tercero de la temporada, y está a tiempo de repetir antes de que concluya la ronda.
El noruego, con un registro de cuatro horas, 16 minutos y 14 segundos, ha sido más rápido que el austriaco René Haselbacher, que acabó segundo, y que el sudafricano Robert Hunter, tercero. Además, las bonificaciones le permitieron situarse al frente de la clasificación general con el mismo tiempo que Hunter -ocho horas, 28 minutos y 34 segundos-, beneficiado también por ese premio añadido gracias a su tercera posición en la línea de meta. El suizo Fabian Cancellara, que hasta ahora presumía de liderato, se ha visto relegado a la tercera posición, aunque lo suyo también es prepararse para el Tour de Francia.
La etapa decisiva de la Vuelta es la de este jueves, en la que los corredores abandonarán la Costa Dorada para adentrarse en los Pirineos andorranos. La llegada en alto a la estación de esquí de Vallnord, un puerto de categoría especial al que se llega tras superar otro de primera y dos de segunda, aclarará notablemente la general.