L D (EFE) Cañada estaba situado a 2:13 del líder y, durante cien kilómetros de los 161,5 que componían el recorrido, su escapada carecía de peligro, con los ciclistas de Kaiku trabajando a fondo en el pelotón. El problema para Carlos Castaño llegó cuando, superado el ecuador de la etapa, las diferencias del grupo de cabeza, reducido a sólo siete ciclistas, se situó por encima de los cuatro minutos. En esos momentos, David Cañada era el líder provisional de la Volta y los equipos Pro Tour demostraban su teórica superioridad en el panorama actual.
Kaiku forzó sin embargo un ritmo endiablado atrás que rompió el pelotón y que, muy pronto, situó las diferencias por debajo de los 2:13 que necesitaba Cañada. El segundo y último puerto de la jornada, el Alto de Sant Agustí (segunda categoría) sirvió para que la ventaja de los escapadas continuase mermando. Francisco Mancebo encabezaba la bajada y también Santiago Botero, el segundo de la general, estaba al frente del pelotón, sometiendo siempre al a máxima presión al equipo del líder.
El Kaiku pasó una jornada más que complicada, con los nervios a flor de piel y el continuo temor a caer en alguna de las constantes trampas que le planteaban sus rivales. En la llegada a Manlleu, las diferencias sólo era de cuarenta segundos, tiempo suficiente como para que alguno de los escapados se hiciese con la victoria, pero también para que Carlos Castaño mantuviese un día más el maillot de líder. Una caída en un giro a la izquierda dejó solos a Adolfo García Quesada, David Arroyo (Illes Balears) y Eladio Jiménez para que se jugasen la etapa al esprint sin la competencia del que era principal candidato al triunfo en esos momentos, el especialista en ese tipo de llegadas Robert Hunter (Phonak).
García Quesada fue el más rápido y le dio esa segunda victoria en la Volta al Andalucía Paul Versan, después de la que obtuvo Luis Pérez en la segunda jornada. Aún hubo tiempo para una nueva caída en el pelotón de la que salieron perjudicados Francisco Mancebo (AG2R) y Santiago Botero (Phonak), dos de los que más guerra le dieron al líder, aunque a ambos se les respetó el tiempo que llevaban al sufrir el accidente dentro de los tres últimos kilómetros de carrera.
Lo mismo le sucedió a David Cañada, uno de los que se accidentó cuando se iba a jugar la victoria al esprint, con lo que su trabajo de todo el día se vio compensado, sino con el liderato, sí con la segunda plaza de la general, de la que desbancó a Botero, que ahora ocupa la tercera posición. Al Kaiku le toca mañana una nueva jornada de máximo desgaste, con Saunier Duval, Phonak, AG2R y Discovery Chanel poniéndole cerco a Carlos Castaño.
David Cañada está a sólo 1:16 de Castaño, Botero a 1:18 y Christophe Moreau, ahora cuarto al perder un puesto en la general, a 01:24. El esloveno Ryder Hesjedal es quinto a 1:51. La sexta etapa, que transcurre entre Manlleu y la población gerundense de Lloret de Mar, cuenta con un recorrido de 166,4 kilómetros, que incluye un puerto de segunda categoría y otro de primera, el Alto de Sant Grau, a 32 kilómetros de la meta, donde seguramente el equipo del líder sufrirá para conservar el maillot.
Kaiku forzó sin embargo un ritmo endiablado atrás que rompió el pelotón y que, muy pronto, situó las diferencias por debajo de los 2:13 que necesitaba Cañada. El segundo y último puerto de la jornada, el Alto de Sant Agustí (segunda categoría) sirvió para que la ventaja de los escapadas continuase mermando. Francisco Mancebo encabezaba la bajada y también Santiago Botero, el segundo de la general, estaba al frente del pelotón, sometiendo siempre al a máxima presión al equipo del líder.
El Kaiku pasó una jornada más que complicada, con los nervios a flor de piel y el continuo temor a caer en alguna de las constantes trampas que le planteaban sus rivales. En la llegada a Manlleu, las diferencias sólo era de cuarenta segundos, tiempo suficiente como para que alguno de los escapados se hiciese con la victoria, pero también para que Carlos Castaño mantuviese un día más el maillot de líder. Una caída en un giro a la izquierda dejó solos a Adolfo García Quesada, David Arroyo (Illes Balears) y Eladio Jiménez para que se jugasen la etapa al esprint sin la competencia del que era principal candidato al triunfo en esos momentos, el especialista en ese tipo de llegadas Robert Hunter (Phonak).
García Quesada fue el más rápido y le dio esa segunda victoria en la Volta al Andalucía Paul Versan, después de la que obtuvo Luis Pérez en la segunda jornada. Aún hubo tiempo para una nueva caída en el pelotón de la que salieron perjudicados Francisco Mancebo (AG2R) y Santiago Botero (Phonak), dos de los que más guerra le dieron al líder, aunque a ambos se les respetó el tiempo que llevaban al sufrir el accidente dentro de los tres últimos kilómetros de carrera.
Lo mismo le sucedió a David Cañada, uno de los que se accidentó cuando se iba a jugar la victoria al esprint, con lo que su trabajo de todo el día se vio compensado, sino con el liderato, sí con la segunda plaza de la general, de la que desbancó a Botero, que ahora ocupa la tercera posición. Al Kaiku le toca mañana una nueva jornada de máximo desgaste, con Saunier Duval, Phonak, AG2R y Discovery Chanel poniéndole cerco a Carlos Castaño.
David Cañada está a sólo 1:16 de Castaño, Botero a 1:18 y Christophe Moreau, ahora cuarto al perder un puesto en la general, a 01:24. El esloveno Ryder Hesjedal es quinto a 1:51. La sexta etapa, que transcurre entre Manlleu y la población gerundense de Lloret de Mar, cuenta con un recorrido de 166,4 kilómetros, que incluye un puerto de segunda categoría y otro de primera, el Alto de Sant Grau, a 32 kilómetros de la meta, donde seguramente el equipo del líder sufrirá para conservar el maillot.