L D (EFE) El español fue el que rompió la armonía en el grupo de once escapados que se fue a las primeras de cambio, subiendo el San Bernardo y lograron ventilarse la victoria entre ellos debido al conformismo en el pelotón principal donde Basso sufrió menos de lo esperado como comento al final del día. El ciclista suramericano invirtió en el viaje 5 horas, 27 Minutos y 5 segundos, mismo tiempo que el español Pérez, mientras que el resto de escapados llegaba media docena de segundos después y el pelotón principal con los primeros de la general a mas de cinco minutos, por lo que la general no sufre cambio y por séptimo día consecutivo Iván Basso (CSC) sigue al frente seguido de la revelación del Giro el español Jose Enrique Gutiérrez (Phonak) a 3:27 minutos y a 5:30 el italiano Paolo Savoldelli.
El actual líder del Giro, el italiano Iván Basso (CSC), salvó una jornada complicada sin mayores agobios, pues sus más directos rivales lejos de atacarle, especialmente en el último puerto de la jornada, el mítico Sempione, se limitaron a seguir su rueda de cerca y evitar varapalos como el sucedido en la primera jornada alpina con final en La Thuile. Una jornada que presentaba un buen escenario para intentar sorprender al líder, pues a las primeras de cambio llegaba el coloso de San Bernardo, un puerto largo y con desniveles del hasta el diez por ciento. En esta ocasión no fue tan decisivo como en otras ocasiones al llegar prácticamente desde la salida.
Basso y sus más directos rivales se lo tomaron con calma, daba la impresión de que no les gustaba comenzar cuesta arriba, algo que aprovecharon once corredores para protagonizar la escapada del día y con ello echar una mano al líder que consintió la fuga al no ser ninguno de ellos un peligro para los primeros puestos de la general. En ese grupo de once, en el que estaban los españoles Francisco Pérez (Caisse D'Eargne) e Iker Flores (Euskaltel Euskadi), el mejor clasificado era el francés Sandy Casar (Francaise des Jeux) a más de quince minutos, por lo que Basso y los suyos se limitaron un ritmo cansino contagiando a los Gutiérrez, Savoldelli, Cunego y compañía, ya que en ningún momento intentaron sorprenderle e incluso en último puerto de la jornada el Sempione, cuya cima estaba 50 kilómetros de la línea de meta, pero con rampas que llegaban hasta el doce por ciento.
Conformismo un tanto extraño por parte, especialmente, de los italianos, pues en el caso del español José Enrique Gutiérrez está justificado al no ser su punto fuerte la montaña y es consciente de sus posibilidades, por lo que, al igual que en la jornada anterior, lejos de arriesgar se limita a intentar conservar lo que tiene, un segundo puesto que logró al final de la novena etapa, en el primer final en alto y en la que se impuso el actual líder; mientras que el español cedía medio minuto lo mismo que Cunego. En la parte final las cosas no cambiaron y tras el reagrupamiento en el descenso del grupo puntero, el pelotón principal el movimiento brillaba por su ausencia, ya que los últimos kilómetros no se prestaban a las sorpresas y más tras el conformismo exhibido en los puntos que, a priori, estaban señalados como clave para asaltar la camiseta de líder que luce Basso.
Muchos kilómetros por territorio suizo, cerca de 160 de los 223 que contaba la etapa, sin duda los más complicados, pero que no fue suficiente ese subir y bajar en los numerosos repechos que había en las carreteras helvéticas para despertar el letargo del grupo; mientras que los escapados mantenían una buena armonía e iban aumentando su diferencia. En la parte final, una vez superado el Sempione, cuya cúspide estaba a unos 50 kilómetros de meta, comenzaba otra carrera en el grupo de escapados, pues primero el italiano Baliani lo intentaba y más tarde, tras el vertiginoso descenso eran Schmacher, ganador de la tercera etapa y Zampieri los que intentaron dar de rueda a sus compañeros de fuga sin conseguirlo.
Fue el español Francisco Pérez a falta de unos cuatro kilómetros para el final el que se iba y durante algunos segundos pedaleó en solitario. Todo hacia pensar de que iba conseguir la segunda victoria para su equipo -hace dos días ganaba Horrach-, pero no pudo ser, pues el colombiano Laverde se puso a su estela, apenas dio relevos y se aprovechó del trabajo del español para dar el tirón final al que no pudo responder Pérez. Así fue una etapa un tanto descafeinada en el apartado de los primeros de la general, pues Basso no sufrió ataques y en la que Laverde aprovechó a la perfección la oportunidad que se le presentó para conseguir la victoria más importante desde que debutara como profesional en el año 2002.
El lunes se disputará la décimo quinta etapa, entre Mergozzo y Brescia, de 189 kilómetros completamente llanos, por lo que los aventureros tendrán una excelente ocasión para buscar desde lejos la victoria de etapa y los velocistas también, ya que el nivel entre ellos es similar tras el prematuro abandono de Petacchi y el de McEwen ganador de tres etapas y que dejo la carrera hace un par de días.
El actual líder del Giro, el italiano Iván Basso (CSC), salvó una jornada complicada sin mayores agobios, pues sus más directos rivales lejos de atacarle, especialmente en el último puerto de la jornada, el mítico Sempione, se limitaron a seguir su rueda de cerca y evitar varapalos como el sucedido en la primera jornada alpina con final en La Thuile. Una jornada que presentaba un buen escenario para intentar sorprender al líder, pues a las primeras de cambio llegaba el coloso de San Bernardo, un puerto largo y con desniveles del hasta el diez por ciento. En esta ocasión no fue tan decisivo como en otras ocasiones al llegar prácticamente desde la salida.
Basso y sus más directos rivales se lo tomaron con calma, daba la impresión de que no les gustaba comenzar cuesta arriba, algo que aprovecharon once corredores para protagonizar la escapada del día y con ello echar una mano al líder que consintió la fuga al no ser ninguno de ellos un peligro para los primeros puestos de la general. En ese grupo de once, en el que estaban los españoles Francisco Pérez (Caisse D'Eargne) e Iker Flores (Euskaltel Euskadi), el mejor clasificado era el francés Sandy Casar (Francaise des Jeux) a más de quince minutos, por lo que Basso y los suyos se limitaron un ritmo cansino contagiando a los Gutiérrez, Savoldelli, Cunego y compañía, ya que en ningún momento intentaron sorprenderle e incluso en último puerto de la jornada el Sempione, cuya cima estaba 50 kilómetros de la línea de meta, pero con rampas que llegaban hasta el doce por ciento.
Conformismo un tanto extraño por parte, especialmente, de los italianos, pues en el caso del español José Enrique Gutiérrez está justificado al no ser su punto fuerte la montaña y es consciente de sus posibilidades, por lo que, al igual que en la jornada anterior, lejos de arriesgar se limita a intentar conservar lo que tiene, un segundo puesto que logró al final de la novena etapa, en el primer final en alto y en la que se impuso el actual líder; mientras que el español cedía medio minuto lo mismo que Cunego. En la parte final las cosas no cambiaron y tras el reagrupamiento en el descenso del grupo puntero, el pelotón principal el movimiento brillaba por su ausencia, ya que los últimos kilómetros no se prestaban a las sorpresas y más tras el conformismo exhibido en los puntos que, a priori, estaban señalados como clave para asaltar la camiseta de líder que luce Basso.
Muchos kilómetros por territorio suizo, cerca de 160 de los 223 que contaba la etapa, sin duda los más complicados, pero que no fue suficiente ese subir y bajar en los numerosos repechos que había en las carreteras helvéticas para despertar el letargo del grupo; mientras que los escapados mantenían una buena armonía e iban aumentando su diferencia. En la parte final, una vez superado el Sempione, cuya cúspide estaba a unos 50 kilómetros de meta, comenzaba otra carrera en el grupo de escapados, pues primero el italiano Baliani lo intentaba y más tarde, tras el vertiginoso descenso eran Schmacher, ganador de la tercera etapa y Zampieri los que intentaron dar de rueda a sus compañeros de fuga sin conseguirlo.
Fue el español Francisco Pérez a falta de unos cuatro kilómetros para el final el que se iba y durante algunos segundos pedaleó en solitario. Todo hacia pensar de que iba conseguir la segunda victoria para su equipo -hace dos días ganaba Horrach-, pero no pudo ser, pues el colombiano Laverde se puso a su estela, apenas dio relevos y se aprovechó del trabajo del español para dar el tirón final al que no pudo responder Pérez. Así fue una etapa un tanto descafeinada en el apartado de los primeros de la general, pues Basso no sufrió ataques y en la que Laverde aprovechó a la perfección la oportunidad que se le presentó para conseguir la victoria más importante desde que debutara como profesional en el año 2002.
El lunes se disputará la décimo quinta etapa, entre Mergozzo y Brescia, de 189 kilómetros completamente llanos, por lo que los aventureros tendrán una excelente ocasión para buscar desde lejos la victoria de etapa y los velocistas también, ya que el nivel entre ellos es similar tras el prematuro abandono de Petacchi y el de McEwen ganador de tres etapas y que dejo la carrera hace un par de días.