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Humala lanza un nuevo mensaje populista prometiendo renunciar a su sueldo de salir elegido presidente

A dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, los candidatos han protagonizado este domingo un esperado debate televisivo en el que prevalecieron las promesas. El nacionalista Ollanta Humala, que llegó a la cita con 15 minutos de retraso y protagonizó un enfrentamiento con el moderador, no dejó pasar la oportunidad para lanzar mensajes populistas y prometió renunciar a su sueldo de presidente si gana las elecciones. El socialdemócrata Alan García no se quedó atrás con las promesas y ofreció un Gobierno de "concertación, unión y paz" cuya prioridad será la seguridad y el desarrollo nacional.

A dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, los candidatos han protagonizado este domingo un esperado debate televisivo en el que prevalecieron las promesas. El nacionalista Ollanta Humala, que llegó a la cita con 15 minutos de retraso y protagonizó un enfrentamiento con el moderador, no dejó pasar la oportunidad para lanzar mensajes populistas y prometió renunciar a su sueldo de presidente si gana las elecciones. El socialdemócrata Alan García no se quedó atrás con las promesas y ofreció un Gobierno de "concertación, unión y paz" cuya prioridad será la seguridad y el desarrollo nacional.
L D (EFE) El encuentro cara a cara entre los dos candidatos a la Jefatura del Estado se prolongó durante 90 minutos y estuvo caracterizado por un aluvión de promesas sin apenas explicaciones y escasos ataques personales.
 
Mientras que el socialdemócrata Alan García fue puntual y a las 20:00 horas locales (03:00 hora española) estaba preparado para iniciar el debate, Humala llegó con 15 minutos de retraso, lo que provocó las quejas de los organizadores y del propio García. Posteriormente, el nacionalista colocó una bandera de Perú en su estrado, lo que llevó al moderador del debate, el periodista Augusto Álvarez Rodrich, a exigirle que la retirara, pero se negó y el periodista procedió a hacerlo en su lugar. "No la voy a retirar", manifestó Humala ante el requerimiento del moderador y tras manifestar: "la bandera nacional no nos avergüenza". Así se inició el esperado debate entre García y Humala, quienes se disputarán el 4 de junio la Presidencia de Perú en una segunda vuelta electoral tras haber resultado como los candidatos más votados en los comicios del 9 de abril.
 
A su término, Humala resumió en pocas palabras sus principales propuestas y dijo que si gana a García en la segunda vuelta electoral del próximo 4 de junio vivirá con su pensión de militar retirado. "Daré un ejemplo público de austeridad", manifestó Humala, quien agregó que anulará la Constitución de 1993, aprobada durante el Gobierno de Alberto Fujimori, y dará vigencia a la de 1979 mientras se abre el proceso para la Asamblea Constituyente.
 
También prometió acabar con la corrupción y asumir las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que en 2001 hizo un balance de la guerra interna (1980-2000) y determinó que deberían pagarse compensaciones a las víctimas. "Rescataremos los recursos naturales y los pondremos al servicio del pueblo", agregó antes de comprometerse con la integración latinoamericana.
 
El ex presidente García cerró el debate con la promesa de no alimentar el odio y hacer un Gobierno de "concertación, unión y paz", cuya prioridad será la seguridad y el desarrollo nacional. "Perú tiene una enorme oportunidad que le abre el mundo", dijo, y agregó que su propuesta pasa por "transitar hacia la justicia y sin violencia".
 
El debate, celebrado en el Museo de Arqueología y Antropología de Lima, comenzó quince minutos después de lo previsto debido al retraso de Humala y su posterior negativa a retirar una pequeña bandera peruana que había colocado en su estrado.
 
En general, no tuvo mayores incidentes, salvo algunos puyazos de Humala, quien pidió a García que explicara su posición "ambigua" sobre el Tratado de Libre Comercio suscrito por Perú con EEUU y que el candidato nacionalista rechaza. Su reiterada exigencia fue ignorada por García, quien optó por describir sus planteamientos sobre el fortalecimiento de la democracia y el "respeto fundamental" de las libertades e invitó a los peruanos a "no dar un salto al vacío".
 
Humala pasó nuevamente a la ofensiva y, tras aclarar que de ganar las elecciones no liberaría al encarcelado ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, desafió a su rival para que explicara su posición al respecto. Montesinos, en prisión por dirigir la mayor red de corrupción en la historia de Perú, acusó el pasado viernes a Humala de haber colaborado en la campaña de reelección de Alberto Fujimori en 2000 y señaló que la sublevación militar que aquel año lideró el candidato nacionalista favoreció su fuga. Los nacionalistas creen que estas declaraciones responden a los vínculos de García con el ex asesor presidencial, sobre lo cual el socialdemócrata se limitó a decir que el caso Montesinos está en manos de la justicia.
 
Durante sus intervenciones, el ex presidente García prometió devolver a los trabajadores sus derechos, convertir a Perú en "el primer país del Pacífico sudamericano, que supere largamente a Chile", así como la pena de muerte para violadores de menores. Sin embargo, el candidato por el Partido Aprista Peruano no hizo mención a sus planes sobre la salvaguardia de los derechos humanos, pese a que el debate dedicó una parte a este asunto.
 
Tanto a Humala como a García se les ha relacionado con delitos de esa naturaleza: el ex comandante está acusado de violar los derechos humanos cuando dirigía en 1992 una base antiterrorista, mientras que los casos vinculados a García corresponden a su etapa al frente del Gobierno (1985-90).
 

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