L D (EFE) Estos resultados, superiores a los que habían previsto los analistas, estuvieron impulsados por el crecimiento del 22,7 por ciento en los créditos y del 19,3 por ciento en los recursos gestionados de clientes, así como por el incremento del 23,2 por ciento en los ingresos por comisiones.
Gracias a estos incrementos de negocio, en buena parte conseguidos en América, donde el grupo obtuvo el 57,3 por ciento de sus ganancias, la entidad consiguió aumentar los principales márgenes de la cuenta de resultados en el entorno del 25 por ciento. En concreto, el margen de intermediación -diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos- ascendió a 1.950 millones de euros, un 24,9 por ciento más. El crecimiento fue superior en el caso del margen ordinario, que aumentó el 27,1 por ciento, hasta 3.659 millones de euros, después de que las comisiones aportaran 1.108 millones de euros (23,2 por ciento más) y las operaciones financieras, 412 millones (37,7 por ciento más).
Los costes generales y de personal aumentaron en menor medida que las principales magnitudes de negocio -un 15 por ciento-, lo que permitió que el margen de explotación creciera el 32,9 por ciento y se elevara a 1.936 millones de euros, una cifra jamás lograda por la entidad en un sólo trimestre. El crecimiento del margen de explotación no se repitió en el beneficio atribuido debido a que las dotaciones para provisiones y los saneamientos crediticios aumentaron un 71 por ciento y restaron 428 millones de euros de las ganancias. Las provisiones crecieron por el fuerte incremento registrado tanto en España como en América en el negocio crediticio, que al cierre del primer trimestre se elevaba a 227.560 millones de euros, de los que 82.000 millones eran préstamos con garantía real -la mayoría hipotecas-, que crecieron el 20,1 por ciento.
Al tiempo, el BBVA administraba a final de marzo 405.067 millones de euros de sus clientes, después de que los depósitos crecieran un 16,2 por ciento; los fondos de inversión, el 15,4 por ciento, y los de pensiones, el 25,6 por ciento. Las carteras de clientes, sin embargo, disminuyeron el 0,5 por ciento. En los resultados del primer trimestre destaca especialmente la aportación de las filiales en América, que ganaron 585 millones de euros, un 86,9 por ciento más que el año anterior, beneficiadas en parte por la evolución de las divisas, aunque principalmente por el mayor volumen de negocio.
La división de banca minorista en España y Portugal tuvo un beneficio de 363 millones de euros, el 12,5 por ciento más que el año pasado y que representa el 35,6 por ciento del conjunto del grupo, en tanto que los negocios mayoristas lograron una ganancia de 258 millones, un 33,7 por ciento más y el 25,3 por ciento del total.
Gracias a estos incrementos de negocio, en buena parte conseguidos en América, donde el grupo obtuvo el 57,3 por ciento de sus ganancias, la entidad consiguió aumentar los principales márgenes de la cuenta de resultados en el entorno del 25 por ciento. En concreto, el margen de intermediación -diferencia entre ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos- ascendió a 1.950 millones de euros, un 24,9 por ciento más. El crecimiento fue superior en el caso del margen ordinario, que aumentó el 27,1 por ciento, hasta 3.659 millones de euros, después de que las comisiones aportaran 1.108 millones de euros (23,2 por ciento más) y las operaciones financieras, 412 millones (37,7 por ciento más).
Los costes generales y de personal aumentaron en menor medida que las principales magnitudes de negocio -un 15 por ciento-, lo que permitió que el margen de explotación creciera el 32,9 por ciento y se elevara a 1.936 millones de euros, una cifra jamás lograda por la entidad en un sólo trimestre. El crecimiento del margen de explotación no se repitió en el beneficio atribuido debido a que las dotaciones para provisiones y los saneamientos crediticios aumentaron un 71 por ciento y restaron 428 millones de euros de las ganancias. Las provisiones crecieron por el fuerte incremento registrado tanto en España como en América en el negocio crediticio, que al cierre del primer trimestre se elevaba a 227.560 millones de euros, de los que 82.000 millones eran préstamos con garantía real -la mayoría hipotecas-, que crecieron el 20,1 por ciento.
Al tiempo, el BBVA administraba a final de marzo 405.067 millones de euros de sus clientes, después de que los depósitos crecieran un 16,2 por ciento; los fondos de inversión, el 15,4 por ciento, y los de pensiones, el 25,6 por ciento. Las carteras de clientes, sin embargo, disminuyeron el 0,5 por ciento. En los resultados del primer trimestre destaca especialmente la aportación de las filiales en América, que ganaron 585 millones de euros, un 86,9 por ciento más que el año anterior, beneficiadas en parte por la evolución de las divisas, aunque principalmente por el mayor volumen de negocio.
La división de banca minorista en España y Portugal tuvo un beneficio de 363 millones de euros, el 12,5 por ciento más que el año pasado y que representa el 35,6 por ciento del conjunto del grupo, en tanto que los negocios mayoristas lograron una ganancia de 258 millones, un 33,7 por ciento más y el 25,3 por ciento del total.