L D (EFE) Ambos equipos presentaron un once inicial de circunstancias debido a las numerosas ausencias en un partido intrascendente para ambos equipos. La de los locales, si acaso, se parecía más a la habitual que la del cuadro onubense. Sin embargo, fueron los visitantes los que se impusieron sobre el terreno de juego. El Recreativo, bien situado sobre el terreno de juego, hizo valer la calidad de sus futbolistas de ataque para desequilibrar la balanza.
El rumano Rosu -que estuvo a punto de fichar por el Hércules el pasado verano- fue el más activo. Primero probó suerte en un buen lanzamiento de falta, luego desaprovechó un disparo a bocajarro ante el meta de Moso y, a la tercera, acabó aprovechando un buen centro de Xavi Jiménez para abrir el marcador a la media hora de partido. El conjunto alicantino, por su parte, carecía de mordiente ofensiva y, por el contrario, veía cómo su rival se acercaba con peligro a su portería cada vez que se lo planteaba. Así, un balón largo a Xavi Jiménez se convirtió, a los 42 minutos, en el 0-2, que provocó que los locales abandonaran el terreno de juego ya al descanso entre pitos.
Tras el descanso, los locales fueron dueños del balón, pero sin apenas crear peligro en la meta defendida por José Ramón, lo que enervó a los aficionados alicantinos, que aplaudían irónicamente el juego de su equipo, carente de remate. Así, lo más llamativo del segundo periodo fueron las ovaciones a dos jugadores de la cantera herculana. La primera para el centrocampista Miguel de las Cuevas y la segunda al meta del Recreativo Toño, quien regresaba al Rico Pérez y tuvo la oportunidad de jugar el último cuarto de hora, después de que hoy fuera suplente en el cuadro onubense.
El rumano Rosu -que estuvo a punto de fichar por el Hércules el pasado verano- fue el más activo. Primero probó suerte en un buen lanzamiento de falta, luego desaprovechó un disparo a bocajarro ante el meta de Moso y, a la tercera, acabó aprovechando un buen centro de Xavi Jiménez para abrir el marcador a la media hora de partido. El conjunto alicantino, por su parte, carecía de mordiente ofensiva y, por el contrario, veía cómo su rival se acercaba con peligro a su portería cada vez que se lo planteaba. Así, un balón largo a Xavi Jiménez se convirtió, a los 42 minutos, en el 0-2, que provocó que los locales abandonaran el terreno de juego ya al descanso entre pitos.
Tras el descanso, los locales fueron dueños del balón, pero sin apenas crear peligro en la meta defendida por José Ramón, lo que enervó a los aficionados alicantinos, que aplaudían irónicamente el juego de su equipo, carente de remate. Así, lo más llamativo del segundo periodo fueron las ovaciones a dos jugadores de la cantera herculana. La primera para el centrocampista Miguel de las Cuevas y la segunda al meta del Recreativo Toño, quien regresaba al Rico Pérez y tuvo la oportunidad de jugar el último cuarto de hora, después de que hoy fuera suplente en el cuadro onubense.