"La peor parte se la llevaron los que quedaban por entrar en la iglesia", apuntó el primer edil, quien explicó que la práctica totalidad de los heridos, cuya vida no corre peligro en ninguno de los casos, resultó afectada por efecto del propio rayo y no por el impacto de las casi tres toneladas de piedras y cascotes caídas desde lo alto de la torre, incluidas tres cruces de gran tamaño.
El desprendimiento de las piedras, de entre 50 y 100 kilos de peso, provocó desperfectos tanto en el tejado de la iglesia como en una decena de turismos que estaban aparcados en las inmediaciones, entre ellos el del alcalde y el del secretario municipal, que sufrieron la rotura de lunas. Además, la fuerte descarga eléctrica dejó "fundidas" las instalaciones eléctricas del propio templo, así como las del Centro Cultural de la localidad y de varios turismos.
El alcalde de la localidad, con una población de medio millar de vecinos, situada a unos 85 kilómetros de León capital y situada en el Parque Regional de Picos de Europa, a orillas del río Cea, insistió que lo ocurrido provocó escenas de pánico pero pudo tener efectos verdaderamente trágicos de haber caído el rayo unos minutos antes, cuando los asistentes al funeral todavía no habían entrado en la iglesia.