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Los toros de Cebada Gago protagonizan un encierro limpio y rápido en el cuarto día de San Fermín

Los toros de la ganadería gaditana de Cebada Gago, pese a su fama de ser los más peligrosos que acuden a los Sanfermines, protagonizaron este lunes un encierro limpio y rápido en el que, sin embargo, al parecer uno de los corredores resultó empitonado. Con bastantes menos participantes que en el fin de semana y una mañana soleada y seca, los "cebada" tardaron dos minutos y medio en completar los casi 850 metros del recorrido.

Los toros de la ganadería gaditana de Cebada Gago, pese a su fama de ser los más peligrosos que acuden a los Sanfermines, protagonizaron este lunes un encierro limpio y rápido en el que, sin embargo, al parecer uno de los corredores resultó empitonado. Con bastantes menos participantes que en el fin de semana y una mañana soleada y seca, los "cebada" tardaron dos minutos y medio en completar los casi 850 metros del recorrido.
L D (Agencias) La manada partió a las 8:00 horas de los corrales de Santo Domingo con los toros en cabeza, el primero de los cuales derrotó varias veces aunque sin alcanzar a ninguno de los corredores, que en este tramo protagonizaron las primeras caídas, informó Efe .

El grupo se fue estirando durante estos metros hasta Mercaderes y, dividido en dos, con cinco toros en cabeza y uno rezagado que corrió así el resto del encierro, llegó a la curva de acceso a la Estafeta, donde resbalaron y chocaron contra el vallado, aunque sin la violencia de otras ocasiones.

Esta circunstancia no impidió sin embargo que siguieran su camino, a pesar de que el que abría la manada hizo un derrote por su derecha que provocó la caída de varios corredores en mitad de la calle Estafeta. Mientras, el toro rezagado siguió su carrera sin prestar atención a los mozos, que con los huecos abiertos entre los bureles pudieron intercalarse entre los animales y lucirse delante de sus astas.

Sin mayores incidencias llegaron velozmente al tramo de Telefónica para acceder desde allí al callejón de la plaza, que los cinco primeros "cebadas" cruzaron sin entretenerse, entrando sin problemas en chiqueros. Otra actitud demostró el rezagado, que al llegar a la arena se giró y dio una vuelta al ruedo mientras los dobladores con sus capotes se afanaban en dirigirlo hacia los corrales.

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