L D (EFE) Pereiro, que empezó la etapa a 28.50 minutos del líder, volvió a recobrar sus opciones en la general después de un mal paso por los Pirineros. Para el gallego empieza otra carrera. "Ahora estoy delante. Llevo dos Tours entre los 10 primeros, lo pasé mal en Pirineos, pero ahora cambiará la carrera. Aguantaré el maillot lo que puede y lucharé por la general, pero no nos engañemos, si llego a París de líder sería una sorpresa para todos", señaló Pereiro.
El nuevo líder del Tour agradeció que su ex equipo, el Phonak, no tirase para reducir la diferencia. "Phonak no quería tirar hasta el final del Tour y era un detalle hacia mi después de 4 años con ellos, allí tengo amigos, el patrón también y se alegraban por mí que cogiera el amarillo. Ahora entre dos equipos controlaremos mejor la carrera. Fue un detalle muy grande", admitió.
Pereiro explicó el desarrollo de los últimos kilómetros."Había un acuerdo de que si llegamos a 30 minutos no disputaría la etapa, pero tenía que intentar ganar porque estábamos a 27 minutos y medio. Ataqué para que no se parase el ritmo. De los 3 rivales Jens Voigt era el más cabezón, el que más insistía y creí que era el mejor, por lo que colaboré con el. Luego en la recta de meta me ganó con todas las de la ley".
El hecho de que el Phonak permitiera al español coger el maillot amarillo, no es una imprudencia, según Pereiro. "Queda la contrarreloj del penúltimo día y mucha montaña. Hay que defenderlo, pero Floyd Landis sabe que lo puede recuperar. Si lo conservo hasta París sería una sorpresa para todos", concluyó.
El nuevo líder del Tour agradeció que su ex equipo, el Phonak, no tirase para reducir la diferencia. "Phonak no quería tirar hasta el final del Tour y era un detalle hacia mi después de 4 años con ellos, allí tengo amigos, el patrón también y se alegraban por mí que cogiera el amarillo. Ahora entre dos equipos controlaremos mejor la carrera. Fue un detalle muy grande", admitió.
Pereiro explicó el desarrollo de los últimos kilómetros."Había un acuerdo de que si llegamos a 30 minutos no disputaría la etapa, pero tenía que intentar ganar porque estábamos a 27 minutos y medio. Ataqué para que no se parase el ritmo. De los 3 rivales Jens Voigt era el más cabezón, el que más insistía y creí que era el mejor, por lo que colaboré con el. Luego en la recta de meta me ganó con todas las de la ley".
El hecho de que el Phonak permitiera al español coger el maillot amarillo, no es una imprudencia, según Pereiro. "Queda la contrarreloj del penúltimo día y mucha montaña. Hay que defenderlo, pero Floyd Landis sabe que lo puede recuperar. Si lo conservo hasta París sería una sorpresa para todos", concluyó.