(Libertad Digital) El ex ministro de Defensa, José Bono, negó que el helicóptero Cougar siniestrado, en el que perdieron la vida 17 militares el verano pasado, fuese atacado, a pesar de los testimonios de los tripulantes del segundo helicóptero que mantenían que sí se produjo una embestida. Asimismo, Bono diferenció las misiones de los militares españoles en Afganistán e Irak, aunque los mandos destacados en la zona sostenían que "son similares porque las amenazas son similares".
Este mes de julio, un militar español de origen peruano falleció en una emboscada en el país afgano, y dos helicópteros fueron blanco de los terroristas cuando acudían en auxilio de la patrulla que fue objeto del ataque en el que murió el soldado español. Ahora, el Gobierno de Zapatero que siempre ha querido diferenciar las misiones en Irak y Afganistán, y que ha negado la mayoría de los ataques, ha reconocido por primera vez y por escrito que las tropas españolas desplegadas en Afganistán están sufriendo hostigamiento. Según ha informado la cadena COPE, el Ejecutivo ha admitido, en concreto, que en abril de 2005 se produjo un incidente con fusilería contra una sección española que patrullaba la zona. Después del 16 de agosto de 2005 se detectó un orificio en el fuselaje de una aeronave durante una misión rutinaria de mantenimiento, y en noviembre de ese mismo año, helicópteros de la base de apoyo avanzada de Herat fueron atacados con granadas.
Para el portavoz de Defensa del Partido Popular, Arsenio Fernández de Mesa la lectura de esto "reabre de una manera clara todas las hipótesis sobre la posibilidad de que el "accidente" del helicóptero español fue derribado". El dirigente popular entiende que por este motivo se han incrementado los efectivos españoles en Afganistán hasta los 150 militares.
A su juicio, ya es hora de que el Gobierno reconozca la misión de los soldados españoles en la zona, una misión de guerra que no les es reconocida y en un lugar de máximo riesgo. "Estamos en una zona hostil, una zona de guerra, donde nuestros militares se están jugando la vida y donde los ataques y las balas se producen con cierta frecuencia", ha explicado Fernandez de Mesa quien ha lamentado que a pesar de lo peligroso de la situación, los militares sean el estamento peor valorado por los españoles, y esto se debe al "afán de Rodríguez Zapatero de no ser considerado un belicista".