L D (EFE) Joaquín ha desvelado en rueda de prensa que el Valencia ha hecho una oferta de quince millones de euros más el traspaso del uruguayo Mario Regueiro, extremo zurdo pretendido por los béticos. El jugador da a entender que ya había estado en contacto con responsables técnicos valencianistas.
Joaquín, que no había efectuado declaraciones desde que, tras las vacaciones, se reincorporó a la disciplina de su equipo, indica que se había decidido a hablar "porque he estado escuchando cosas que no son ciertas, gente dice que quiero quedarme cuando en el club saben desde hace dos meses que me quiero ir". El extremo portuense justifica su deseo argumentando que "ha llegado mi momento para seguir creciendo después de que en seis años en la primera plantilla lo hemos conseguido todo. Tengo que pensar en mi familia porque tengo una edad y necesito marcharme".
Asimismo, reconoce estar "molesto porque el club se cierra en banda ante todas las ofertas que llegan y remite a mi cláusula", de 60 millones de euros. Pese a ello, recalcó que "no me arrepiento de haber rechazado en su momento ofertas para salir ni de haber firmado un contrato porque nadie me puso una pistola en el pecho para firmarlo". El internacional español quiso recalcar que entiende "que a la afición no le guste escuchar lo que digo" pero pide que "por un momento, piensen en mi situación. No estoy anímicamente porque -reitera- creo que ha llegado el momento de irme".
Joaquín dice que "no me quiero ir del Betis de mal rollo. Si no puedo irme por la puerta grande, al menos que sea con la cabeza alta". Además, asegura que "si un club paga una cantidad de dinero por mí, el Betis se podría reforzar". Por último, aclara que "aunque queden quince días para empezar la Liga, no dejo tirado al Betis", ya que "avisé de que quería irme hace dos meses". Sin embargo, se mostró resignado al declarar que "si no se acepta ninguna oferta por mí, tendré que quedarme aquí, jugar con el Betis y cumplir mi contrato".
Joaquín, que no había efectuado declaraciones desde que, tras las vacaciones, se reincorporó a la disciplina de su equipo, indica que se había decidido a hablar "porque he estado escuchando cosas que no son ciertas, gente dice que quiero quedarme cuando en el club saben desde hace dos meses que me quiero ir". El extremo portuense justifica su deseo argumentando que "ha llegado mi momento para seguir creciendo después de que en seis años en la primera plantilla lo hemos conseguido todo. Tengo que pensar en mi familia porque tengo una edad y necesito marcharme".
Asimismo, reconoce estar "molesto porque el club se cierra en banda ante todas las ofertas que llegan y remite a mi cláusula", de 60 millones de euros. Pese a ello, recalcó que "no me arrepiento de haber rechazado en su momento ofertas para salir ni de haber firmado un contrato porque nadie me puso una pistola en el pecho para firmarlo". El internacional español quiso recalcar que entiende "que a la afición no le guste escuchar lo que digo" pero pide que "por un momento, piensen en mi situación. No estoy anímicamente porque -reitera- creo que ha llegado el momento de irme".
Joaquín dice que "no me quiero ir del Betis de mal rollo. Si no puedo irme por la puerta grande, al menos que sea con la cabeza alta". Además, asegura que "si un club paga una cantidad de dinero por mí, el Betis se podría reforzar". Por último, aclara que "aunque queden quince días para empezar la Liga, no dejo tirado al Betis", ya que "avisé de que quería irme hace dos meses". Sin embargo, se mostró resignado al declarar que "si no se acepta ninguna oferta por mí, tendré que quedarme aquí, jugar con el Betis y cumplir mi contrato".