L D (Agencias) En una entrevista con TV3 recogida por Efe, el presidente catalán hizo balance de su gestión, en el día en que firma el decreto de convocatoria de elecciones autonómicas. Maragall explicó que su relación con Montilla ha sido "permanentemente correcta", aunque ha justificado que haya sido "a veces un poco fría" en el terreno personal porque ambos tienen "caracteres diferentes".
El presidente catalán reconoció puntos de desacuerdo con Montilla, como por ejemplo cuando hace unos meses el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visitó a los socialistas catalanes en Barcelona y almorzó con empresarios catalanes junto al ministro de Industria, José Montilla, y Maragall no fue invitado. "Defiendo totalmente" la candidatura de Montilla, aseguró Maragall, quien añadió que "sobre esta cuestión se ha hecho un buen número de especulaciones que no corresponden a la realidad".
El presidente catalán, que consideró que "el PSC nunca dejará de ser catalanista", justificó que su esposa, Diana Garrigosa, se diera de baja del PSC en la agrupación socialista del barrio de Gracia de Barcelona. Explicó que la baja de su esposa "está relacionada con su militancia desinteresada", ya que formó parte "de un grupo que era el dominante hasta que una tendencia ganó y cambió la situación".
Preguntado sobre si ha quedado decepcionado con el papel de ERC, Maragall contestó que "en alguna medida, sí", aunque añadió que "tendríamos que especificar momentos y personas". "Esquerra entró en tromba, con una gran ilusión y una gran ingenuidad, con la llave en la mano, con el viaje a Perpiñán para solucionar el problema de ETA por su lado", recordó Maragall. Aseguró que "una virtud de ERC es que había renovado un partido que estaba de alguna manera caducando, pero para relanzarse hubo de ampliarse", algo que "en estos momentos le está provocando unas discrepancias internas muy fuertes de las cuales difícilmente escapará", añadió.
El presidente de la Generalidad anunció que, una vez deje el cargo tras las elecciones catalanas, creará una fundación que él ha definido como una "corriente europea" dentro del socialismo, enmarcada en el "ámbito euromediterráneo" y que será un "grupo de pensamiento".
El presidente catalán reconoció puntos de desacuerdo con Montilla, como por ejemplo cuando hace unos meses el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visitó a los socialistas catalanes en Barcelona y almorzó con empresarios catalanes junto al ministro de Industria, José Montilla, y Maragall no fue invitado. "Defiendo totalmente" la candidatura de Montilla, aseguró Maragall, quien añadió que "sobre esta cuestión se ha hecho un buen número de especulaciones que no corresponden a la realidad".
El presidente catalán, que consideró que "el PSC nunca dejará de ser catalanista", justificó que su esposa, Diana Garrigosa, se diera de baja del PSC en la agrupación socialista del barrio de Gracia de Barcelona. Explicó que la baja de su esposa "está relacionada con su militancia desinteresada", ya que formó parte "de un grupo que era el dominante hasta que una tendencia ganó y cambió la situación".
Preguntado sobre si ha quedado decepcionado con el papel de ERC, Maragall contestó que "en alguna medida, sí", aunque añadió que "tendríamos que especificar momentos y personas". "Esquerra entró en tromba, con una gran ilusión y una gran ingenuidad, con la llave en la mano, con el viaje a Perpiñán para solucionar el problema de ETA por su lado", recordó Maragall. Aseguró que "una virtud de ERC es que había renovado un partido que estaba de alguna manera caducando, pero para relanzarse hubo de ampliarse", algo que "en estos momentos le está provocando unas discrepancias internas muy fuertes de las cuales difícilmente escapará", añadió.
El presidente de la Generalidad anunció que, una vez deje el cargo tras las elecciones catalanas, creará una fundación que él ha definido como una "corriente europea" dentro del socialismo, enmarcada en el "ámbito euromediterráneo" y que será un "grupo de pensamiento".
ERC tambien está "defraudada"
El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, respondió a Maragall que ERC también se siente "defraudada", después de estar "durante 900 días en un gobierno que se le hunde el túnel del Carmel sin que nadie asuma responsabilidades y dimita", y donde "hay una huelga de médicos que paraliza la sanidad y nadie pone su cargo sobre la mesa". "Hay flujos migratorios no regulados y tenemos un gobierno de vacaciones", opinó el líder republicano, quien señaló que cuando Maragall acusa a ERC de ingenuidad "se debería referir a que Esquerra iba al gobierno con buena fe y convencidos de que iban a trabajar para Cataluña", en cuyo caso, dijo, "tiene razón" el presidente catalán.
Carod criticó que Maragall "no puede ir de viaje sin que le den permiso desde Madrid", en alusión al aplazamiento del viaje del presidente de la Generalidad a Senegal, y remachó: "Esto sí que es defraudante". "Es un final tristísimo para lo que fue una gran ilusión colectiva, esto es decepcionante", aseguró Carod, quien agregó que con la salida de Esquerra "el gobierno en minoría hará cualquier cosa excepto nada que pueda perjudicar los intereses del gobierno de España".