L D (Europa Press) La sustitución de Gyurcsany no figura en la agenda, señaló un responsable de su partido, Ildiko Lendvai, en declaraciones a la televisión húngara, acusando a "pirómanos y saqueadores" de estar detrás de las demandas de dimisión.
Tras una semana de protestas, este domingo sólo se manifestaron pequeños grupos, lo que parece indicar que el primer ministro ha conseguido superar la tormenta provocada por sus declaraciones, realizadas en mayo en una reunión con diputados de su partido, en las que afirmaba que había "mentido mañana, tarde y noche" a los húngaros.
Este domingo, sólo unas 5.000 personas se manifestaron contra Gyurcsany y se dispersaron sin incidentes poco después de medianoche. El sábado, 20.000 personas abarrotaron la plaza Kossuth, principal lugar de manifestación en Budapest, en la mayor protesta hasta la fecha desde que saltó el escándalo. En una entrevista, Gyurcsany no sólo insistió en que no va a dimitir sino que dijo que intentará conseguir la presidencia de su partido el próximo año y consideró que los resultados de las elecciones municipales del próximo domingo no afectarán sus planes para endurecer la reforma económica.