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La reforma de la Constitución pretendida por el Gobierno

La reforma de la Constitución que pretende el Gobierno, que tiene como uno de sus cuatro pilares la sucesión a la Corona, sigue aún pendiente a pesar de ser una de las promesas electorales de Zapatero y de que el Consejo de Estado dictaminó sobre la propuesta del Ejecutivo en febrero pasado. La modificación de la Constitución que quiere el Ejecutivo socialista (para la que es imprescindible el concurso del PP) abarca cuatro aspectos: la sucesión a la Corona, el encaje en la Constitución de la entrada de España en la UE, la denominación de las Comunidades Autónomas y la reforma del Senado.

LD (Europa Press) El Partido Popular no ha puesto pegas a la eliminación de la preeminencia del varón al trono, pero ha minusvalorado las otras tres propuestas del Ejecutivo, advirtiendo de que si se abre el debate de la reforma de la Carta Magna, sus propuestas son otras y van encaminadas a fijar el techo competencial del Estado. De su parte, Zapatero ha defendido la reforma de los cuatro aspectos. Después de que el Consejo de Estado aprobase su dictamen, el presidente del Gobierno subrayó, en su discurso durante el Debate del estado de la Nación, que el "más alto órgano consultivo" había encontrado "razones fundadas para abordar la reforma conjuntamente" y remarcó que, pasado el verano, el Ejecutivo se reuniría con las fuerzas políticas para explorar las posibilidades de alcanzar el consenso. "Solo si así fuese, el Gobierno daría pasos para iniciarlas", avisó.
 
De hecho, y como ha atestiguado el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, la reforma constitucional ha sido uno de los temas que la vicepresidenta del Gobierno trató con él en la reunión que la pasada semana mantuvieron en La Moncloa dentro de la ronda de contactos que la ministra de la Presidencia está teniendo con los portavoces parlamentarios. A la vez, según expresó el pasado mes de agosto el portavoz parlamentario socialista, Diego López Garrido, la intención de su formación era abrir en el Senado la discusión de la reforma, a la que se remitiría el texto del Consejo de Estado. En cualquier caso, López Garrido ya comentó que ni siquiera la reforma de la sucesión de la Corona correría prisa, ya que el problema sólo surgiría si el Príncipe Felipe fuera Rey. "Mientras él sea heredero, no hay efectos jurídicos constitucionales sean cuales sean los hijos que tengan y sean varones o mujeres", zanjó.
 
Informe del Consejo de Estado
 
El informe que aprobó en febrero el Consejo de Estado sobre la reforma de la Constitución concluye que la fórmula "más conveniente" para preservar la condición de heredero de Don Felipe y, al tiempo, eliminar del artículo 57.1 la preferencia del varón, es la siguiente: "La Corona de España es hereditaria de los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono corresponde a su hijo, el Príncipe heredero Don Felipe de Borbón, y después seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; y en el mismo grado, la persona de más edad a la de menos".
 
En cuanto a la modificación para que la terminología de la Constitución acoja también el género femenino en sus referencias al Rey o al Príncipe, haciéndolas extensivas, en su caso, a la Reina o a la Princesa, el informe final mantiene su apuesta de añadir al artículo 57 un nuevo apartado, que sería el 6, que "podría decir": "Las menciones que hace la Constitución al Rey y al Príncipe se entenderán referidas indistintamente al Rey o a la Reina y al Príncipe o la Princesa, según sea el caso".
 

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