L D (EFE) El lanzador del conjunto ucraniano, Shkrobanets, estuvo bien vigilado por la defensa castellana por lo que, gracias a la buena actuación en la dirección del juego de Chema Rodríguez y a la de Sierra en la portería -13 paradas en el partido- las diferencias fueron aumentando hasta alcanzar una máxima renta de ocho goles (6-14) en el minuto 21. Dicho resultado obligó al técnico del Portovik, Oleg Sych, a solicitar un tiempo muerto para volver a organizar el juego de su equipo, que estaba totalmente bloqueado, lo que consiguió en parte, ya que su equipo se situó a cuatro tantos (11-15) en el minuto 27, que aumentaría en uno para afrontar la segunda parte (12-17).
La ausencia del lesionado Muratovic en la pista fue suplida con brillantez por Gull (9 goles), Garabaya (8), García Parrondo (7) y Chema Rodríguez (6), que anotaron la práctica totalidad de los tantos vallisoletanos y llegaron a desquiciar al equipo ucraniano, cuya dureza defensiva fue frenada por los colegiados desde el principio y eso les impidió realizar su juego.
La relajación defensiva y el cansancio de los jugadores del equipo español tuvieron su efecto en el electrónico, ya que el Portovik recortó distancias hasta situarse a tan sólo dos goles (25-27), pero el tiempo muerto solicitado por Juan Carlos Pastor surtió efecto y el resultado final aumentó hasta los cinco tantos (28-33), que suponen una inyección de moral para los vallisoletanos.
La ausencia del lesionado Muratovic en la pista fue suplida con brillantez por Gull (9 goles), Garabaya (8), García Parrondo (7) y Chema Rodríguez (6), que anotaron la práctica totalidad de los tantos vallisoletanos y llegaron a desquiciar al equipo ucraniano, cuya dureza defensiva fue frenada por los colegiados desde el principio y eso les impidió realizar su juego.
La relajación defensiva y el cansancio de los jugadores del equipo español tuvieron su efecto en el electrónico, ya que el Portovik recortó distancias hasta situarse a tan sólo dos goles (25-27), pero el tiempo muerto solicitado por Juan Carlos Pastor surtió efecto y el resultado final aumentó hasta los cinco tantos (28-33), que suponen una inyección de moral para los vallisoletanos.