L D (EFE) Perder en la pista del Unics Kazan entra dentro de lo probable porque dispone de calidad y argumentos para contarse entre los aspirantes al título de la competición. Lo que no es tan razonable es que el líder de la ACB deje escapar un choque que, a falta de dos minutos, dominaba por nueve puntos, y sobre todo en una cancha donde la victoria está al alcance de pocos equipos.
Chikalkin sólo metió el triple que dio pie a la prórroga. Es difícil hacer tanto con tan poco. Pero la cesta del escolta tuvo esos efectos porque otros jugadores derrocharon acierto y ambición antes que él para dar la vuelta a un encuentro que parecía destinado a terminar teñido de blanco, sobre todo porque los hombres de Joan Plaza jugaron algunos de los mejores minutos del año en la Copa ULEB durante varias fases, en especial durante el segundo cuarto.
El Madrid de la ACB apareció sobre el parqué en el segundo cuarto. Defensa, rebote y contraataque mezclados como en la Liga española dieron a los blancos un parcial de 19-30 en el período y una ventaja de ocho puntos al descanso (41-49). Los rusos tenían motivos para preocuparse, porque el Madrid era un equipo sólido, acertado y con los cinco sentidos puestos en el juego. Pero el Unics es un equipo de calidad, que sabe administrar los tiempos y que, con una zona, sacó petróleo de la muñeca de Saulius Stombergas -29puntos- y consiguió remontar sin desfallecer ante ninguna circunstancia.
El último cuarto fue un concurso de triples. Los rusos, que acosaban al conjunto español desde la reanudación, creyeron tenerlo todo perdido cuando vieron a Raúl López anotar un triple a diez metros del aro sobre el límite de la posesión (68-74). El marcador volvió a abrirse a raíz de esa jugada y el Madrid tocó la victoria (70-79, m.38). Sin embargo, tenía muchos problemas para atacar, perdió por faltas al serbio Ratko Varda, el lituano Krysztof Lavrinovic también se entonó en los 6,25 metros, surgió Chikalkin, se animaron los dos americanos del Kazan y, en la prórroga, consumaron la tercera derrota en cuatro jornadas.
Chikalkin sólo metió el triple que dio pie a la prórroga. Es difícil hacer tanto con tan poco. Pero la cesta del escolta tuvo esos efectos porque otros jugadores derrocharon acierto y ambición antes que él para dar la vuelta a un encuentro que parecía destinado a terminar teñido de blanco, sobre todo porque los hombres de Joan Plaza jugaron algunos de los mejores minutos del año en la Copa ULEB durante varias fases, en especial durante el segundo cuarto.
El Madrid de la ACB apareció sobre el parqué en el segundo cuarto. Defensa, rebote y contraataque mezclados como en la Liga española dieron a los blancos un parcial de 19-30 en el período y una ventaja de ocho puntos al descanso (41-49). Los rusos tenían motivos para preocuparse, porque el Madrid era un equipo sólido, acertado y con los cinco sentidos puestos en el juego. Pero el Unics es un equipo de calidad, que sabe administrar los tiempos y que, con una zona, sacó petróleo de la muñeca de Saulius Stombergas -29puntos- y consiguió remontar sin desfallecer ante ninguna circunstancia.
El último cuarto fue un concurso de triples. Los rusos, que acosaban al conjunto español desde la reanudación, creyeron tenerlo todo perdido cuando vieron a Raúl López anotar un triple a diez metros del aro sobre el límite de la posesión (68-74). El marcador volvió a abrirse a raíz de esa jugada y el Madrid tocó la victoria (70-79, m.38). Sin embargo, tenía muchos problemas para atacar, perdió por faltas al serbio Ratko Varda, el lituano Krysztof Lavrinovic también se entonó en los 6,25 metros, surgió Chikalkin, se animaron los dos americanos del Kazan y, en la prórroga, consumaron la tercera derrota en cuatro jornadas.