L D (EFE) Con todo, un parcial 10-0 presagió problemas para un Gran Canaria que, tras una odisea de viaje, sólo había llegado horas antes del partido a Vilna (Lituania). El Lietuvos fue entonces un ciclón y con Nielsen y Delininkaitis martilleaba una y otra vez el aro español. Vroman tardó casi cuatro minutos en dar los primeros puntos al Grupo Dunas, que mejoró tras el relevo de Savané por Baldo y, especialmente, después del triple de Hunter (10-6). Las canastas del pívot senegalés redujeron la diferencia a un mínimo 12-11.
Sin embargo, la entrada del estadounidense Andre Emmett dio nuevos bríos a los anfitriones y, casi sin oposición, volvieron a escaparse al final del primer cuarto (24-15). En el segundo cuarto, el equipo que prepara Salva Maldonado se transformó en la ofensiva y ofreció su mejor cara para igualar el choque a 25 tras un triple de Roberto Guerra, tras un parcial 1-10. El Lietuvos Rytas, campeón del certamen hace dos campañas, reaccionó de la mano de Ivory para continuar con el dominio en el marcador. Con el parcial 33-32, tras tiros libres de Sergio Pérez, se secó la inspiración atacante del Grupo Dunas y los lituanos consiguieron alcanzar el descanso con una renta de seis puntos.
En la continuación, el Gran Canaria insinuó una mejoría utilizando su juego interior con Vroman y David (44-41), pero el conjunto local volvió a recurrir a Delininkaitis y al brasileño Batista para asumir el control del enfrentamiento (53-44). Los canarios no se amilanaron en la recta final del tercer cuarto y, con un parcial 2-8, con triples de Norris y Hunter incluidos, volvieron a meterse en la lucha (55-52). Un triple de Moran y una canasta de Savané -muy mejorado en su rendimiento- permitieron al Grupo Dunas alcanzar empates a 55 y 57 puntos.
El Lietuvos no tardó en recuperar la efectividad ofensiva, pero su rival volvió a cuestionarlo con un parcial 0-5 y posesión en la fase final del choque. Sin embargo, Hunter no se atrevió a tirar a falta de 20 segundos y perdió el balón con un mal pase a Savané. Una buena defensa de presión amarilla consiguió que los lituanos perdieran el balón por la banda, pero los árbitros consideraron que los canarios fueron los últimos en tocarlo y, tras un tiro libre fallado finalmente por de Stelmahers, Norris no culminó una penetración bajo canasta para prolongar el choque.